Fui profesor de Historia del Mundo Contemporáneo en las universidades tanto de Guayaquil como en Milagro y siempre me impresionó la actitud del señor Winston Leonard Spencer-Churchill, conocido como Winston Churchill quien fue un político, militar, escritor y estadista británico que se desempeñó como primer ministro del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial, cuando inevitablemente tenía que enfrentarse a Hitler y al pueblo inglés le dijo: “No tengo nada que ofrecer sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”.
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Y esa debe ser la actitud de todo joven, estar siempre listo para enfrentar la vida con decisión, decir “quiero ser esto” y una vez tomada la ruta no parar hasta llegar a la meta, no importa que no sea el primero, lo importante es llegar, cumplir los sueños, lograr los objetivos.
Recuerdo un célebre poema de Alma Grande, después me enteré de que era de Mahatma Gandhi, el cual me lo grabé y siempre lo repetía en los discursos en el colegio, en la universidad y en mi casa, siempre me conmovió y dice: “No te des por vencido ni aun vencido, no te sientas esclavo ni aun esclavo, trémulo de pavor piénsate bravo y arremete feroz ya mal herido, ten el tesón del clavo enmohecido que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo y no la cobarde timidez del pavo que amaina su plumaje al primer ruido, sé como Dios que nunca llora o como Lucifer que nunca reza o como el robledal cuya grandeza, necesita del agua y no la implora, que arremeta y vocifere vengadora ya rodando en el polvo tu cabeza”. Se lo metí en la cabeza a mis hijos, a mis alumnos y siempre lo aludí en mis intervenciones.
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Rudyard Kipling, el que escribió el más bello poema que haya leído dedicado a los hijos, en el poema decía: “lucha, lidia, pues por más que tengas en la brega que sufrir, cuando todo esté peor, más debemos insistir”. (O)
Hugo Alexander Cajas Salvatierra, médico y comunicador social, Milagro