El próximo presidente y la próxima primera dama del Ecuador no deben permitir que los asambleístas impongan la ley del aborto, ni sigan con la tabla de consumo de drogas.

Estas leyes malvadas lo único que ha traído al Ecuador es solo más muertes y perdición de seres humanos inocentes. El próximo presidente siempre ha dado imagen de hombre de familia, unido con su esposa; les rogamos a los dos que cuando se posesionen, trabajen por los niños, no permitan que maten bebés mediante el aborto, no permitan que las drogas destruyan a niños de 6 años, 10 años, ni a adolescentes y jóvenes. Pedimos a Dios por nuestros próximos gobernantes. (O)

Malena Proaño Ch., 27 años, Quito