Perder a un gato o perro es muy triste ya que son un miembro más de la familia, mascotas muy apreciadas en especial por los infantes.
No se pierden por descuido, se pierden el momento más inoportuno, dejar la puerta abierta, escuchar juegos pirotécnicos, al ser trasladado de un lugar a otro sin conocer el sitio o al entrar en celo; salen como desquiciados de su hogar y no vuelven.
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Un día al quedar abierta la puerta mi perrita se escapó y se perdió. Al instante se buscó por todo el vecindario, en paredes se puso aviso y se recorrió calles alentado con la esperanza de encontrarle. Se ofreció recompensa. Pero ya nada de eso funciona, aparecen avivatos a decir que la tienen y piden dinero, pero no es cierto. Dan números de cuenta que le depositen para devolver al animal sin tener resultados.
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Muchos se confabulan para apoderarse de las mascotas y pedir rescate, lo más triste es que los vecinos nunca ven nada. Sin prestar ayuda. Por favor si ve una mascota perdida ayúdale a volver a su hogar y acogerla con afecto. En ocasiones la tienen en
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cerrada en su patio. Es una tristeza que esto suceda en los barrios. Mientras los dueños sufren por hallarlas. Debe haber más empatía para devolver mascotas perdidas.
Perder una mascota es doloroso por el afecto que nace desde que llegan a ser parte del hogar. (O)
Evelio Patricio Reyes Tipán, Santa Elena