El 16 de noviembre fue un día crítico para el Ecuador, ya que la consulta y referéndum no lograron el apoyo suficiente para triunfar, por la falta de tiempo de campaña para convencer a la población. Las preguntas planteadas no eran claras, y la ciudadanía está cansada de la violencia de las bandas delincuenciales que impiden trabajar y se mueven con libertad, a pesar de los esfuerzos del Gobierno para implementar cambios.

Considero que esta no fue una derrota para ADN, sino para los correístas, quienes esperaban defender sus intereses en la constituyente. Pareciera que en política, los acuerdos se logran para beneficio personal y no para el país. Los resultados son un aviso para el presidente Noboa de que debe explorar otros caminos, que existen y pueden ser exitosos, contando con el apoyo de su gente en medio de una tormenta que dificulta el destino en un mundo con riesgos que atentan contra el orden público, debido a la falta de seguridad generada por malos gobiernos que perjudican al pueblo. (O)

Jorge Enrique Andrade Rodas, Guayaquil