Momentos antes de que termine el proceso electoral en abril del 2025 y después de tanta incertidumbre, tristeza y el miedo de observar malas noticias que hicieron decaer nuestro espíritu de alegría y bondad, vi información que alegró mi alma y encendió mi orgullo de ser ecuatoriana, porque pienso que a pesar de todo lo que estamos viviendo siempre hemos sido y somos buenos ciudadanos y no debemos dejar que el odio, la desidia, los malos ejemplos y hábitos que nos alejaron de vivir con tranquilidad y paz afecten nuestras familias.
La ideología del sentido común en la gestión gubernamental
La noticia del llamado a los reservistas para apoyo al proceso electoral fue una idea que dejó una estela de fe y esperanza con el pensamiento de que unidos podemos salir adelante. Los reservistas son personas que han recibido entrenamiento militar y forman parte de las Fuerzas Armadas, pueden ser convocados en caso de emergencia, peligro y apoyo nacional. Llegaron de todas la provincias llenos de alegría, hicieron filas, soportaron hambre y frío por ser seleccionados para apoyar en el proceso electoral y cumplir con la patria.
Cuando fueron entrevistados se veía reflejada en sus caras la gran alegría de servir, “estamos listos para cumplir con la patria”, contestó uno, otros contentos decían que iban a ganar 218 dólares en una semana, pensé: “¿están sin empleo?, ¡no puede ser!”.
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Lo importante de este evento es que a veces tenemos frente a nosotros la solución a varios problemas, pero no lo vemos. Debe enlistarse a todos los reservistas y hacer programas para ellos según su comportamiento y eficiencia que ya han de estar en sus hojas de vida en sus respectivos regimientos.
Pido al presidente electo, Daniel Noboa, que se acuerden de ellos, porque ahí está el brazo para nuestra seguridad, la manos para las grandes fábricas, los guardias para los bancos, las mentes jóvenes para un mejor futuro. (O)
Alicia Carriel Salazar, docente, Guayaquil