En épocas de mi niñez, varios eran los juegos infantiles, de los que disfrutábamos largas horas con nuestros vecinos del barrio. El preferido era el de las bolas, el pepo y trulo. El trompo también era uno de los juegos preferidos, también jugábamos a la rayuela. Todos estos juegos podíamos hacerlo, los miércoles que no había clases en la tarde, después de aprender la lecciones y hacerlos deberes de la escuela.

La desnutrición infantil

Luego llegaron otros juegos que consistían en coleccionar unas figuritas que venían envueltas en unos caramelos, que se los pegaban en unos cuadernos. En estas colecciones intervenían hasta las mamás, que alcahueteaban a sus hijos para completar el álbum completo y recibir un premio de la empresa promocionadora. Igualmente, salieron las colecciones de los jugadores de fútbol.

Así íbamos apreciando y ampliando nuestra relación con nuestros vecinos y compañeros de escuela.

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Luego llegaron al Ecuador otros juegos que ampliaban nuestros conocimientos de historia y geografía. Recuerdo uno relacionado con la guerra entre continentes.

¿Aumentar la inteligencia?

Luego vino el Monopolio que nos permitió valorar lo que es tener una propiedad inmobiliaria, lo que significa tener una renta, lo que significa comprar una casa o tener un hotel.

Tardíamente, el ajedrez, se convirtió en deporte ciencia.

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Todos estos juegos infantiles iban en relación con la edad, pues demandaban de cierto conocimiento y de habilidades que se aprendían con los años.

45 años de democracia

Bien por aquellas épocas de nuestra niñez y juventud. Hoy la época electrónica con los celulares y las laptops ha modificado totalmente la forma de comunicar y entretenerse. Estas son épocas que nosotros los ya cercanos a los 80 años no las vamos a entender como ellos la entienden. Bien por los viejos tiempos y bien por los nuevos que también tienen sus encantos. (O)

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Sucre Calderón Calderón, abogado, Guayaquil