Es un privilegio que Dios nos da a los seres humanos al nacer; sin embargo, algunas personas ven a la vida como una escalera que sube y baja, de acuerdo con el crecimiento o edad, la usamos lo más rápido posible o con precaución; y si Dios lo permite, llegamos a la última etapa sobre la tierra de una forma lenta por el desgaste de los órganos internos.

La conclusión sería si en todas las etapas usáramos la escalera con precaución, con pocos errores, sería un tema de paz y tranquilidad o agradeceríamos a Dios con estas palabras: “Misión cumplida”, en la entrega de la posta a la nueva generación para que con principios y valores nuestro apellido perdure en el tiempo, para que sean personas de bien o escriban su página en la historia. (O)

Colón Vicente Quiroz F., Guayaquil