El pasado 1 de septiembre los niños de las regiones Sierra y Amazonía regresaron a las aulas caminando con paso firme de esperanza. Niños y jóvenes llegaron con la más grande y sincera alegría, ya sea caminando o en cualquier medio de transporte con grandes deseos y sueños de ser conocedores de las ciencias, el mundo que le rodea y de su formación en conocimiento y valores. Ellos volverán a ver a sus amigos, a sus queridos maestros y se escucharán las risas, algarabía y los juegos que se fusionarán con el viento.

Como docente jubilada recuerdo estos días de inicio del año escolar y verdaderamente que son muy importantes y emotivos para toda la comunidad educativa, primeramente el cuerpo docente tiene que hacer una planificación para recibir a los estudiantes; este primer día es la guía de lo que será el año de estudios donde debe prevalecer el respeto y brindar un ambiente de paz y seguridad para todos.

La nueva Ley de Inteligencia en Ecuador

Me imagino que asistir a clases en la región Sierra rodeada de montañas con vientos muy frescos que acarician el cuerpo y el alma junto al verdor de sus valles brindan un ambiente de armonía con la naturaleza y la vida estudiantil, escuchar y cantar el himno nacional engrandece el espíritu y marca la línea del tiempo hacia los grandes objetivos y sueños de cumplir, como llegar a ser profesionales que se unirán a los grandes forjadores del progreso, engrandecimiento y libertad de nuestra patria.

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Lo mismo sucede en la región Amazónica que con su verdor de la flora silvestre y la fauna variada en medio de los cantos de las aves se aprende con amor a la naturaleza, todos los senderos llevan a un igual final de triunfos estudiantiles porque el estudio en diferentes partes del mundo tienen el mismo fin de avizorar cambios hacia el desarrollo, formación integral de las personas y la bonanza de los pueblos del mundo.

Ya denme mi título

Un gran reconocimiento a las madres y padres de familia ecuatorianos que no solo dan amor y cuidado sino que son el soporte de sus hijos. En mis años de labor docente encontré el verdadero significado de la palabra madre y padre, conociéndolos viendo su lucha su dedicación y acompañamiento para sus hijos.

Maestros que enarbolan las banderas del saber, su profesión es fuente de vida, es guía del conocimiento y fe. Saber transmitir los saberes es la base perfecta para un mundo lleno de expectativas e ilusiones.

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Manejo de museos en Quito

Que la seguridad y paz imperen en las unidades educativas del país y que el nuevo plan nacional del Gobierno tenga el éxito deseado por el bien de los estudiantes, maestros y comunidad.

Ecuador merece paz para sus hijos. (O)

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Alicia Carriel Salazar, docente jubilada, Guayaquil