Nuestros adultos mayores tenían una frase representativa, que ahora nosotros que estamos en ese mismo grupo decimos también, “los tiempos de antes eran mejores”. ¿Y qué les puedo decir si es verdad en muchos aspectos? Uno de ellos, y quizás el más temible, es el referente a la inseguridad que estamos viviendo.

Cuando yo era joven, uno sabía qué sectores eran peligrosos porque se los consideraban “zona roja”, o si tomabas determinado bus y este tenía cierto recorrido, corrías el riesgo de ser asaltado. Pero ahora ya no hay recorrido de bus seguro, ni hay barrio seguro.

Somos presa de la delincuencia, que ya no solo roba, sino que agrede física y mentalmente a los ecuatorianos.

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La inseguridad no solo nos arrebata cosas materiales, que con esfuerzo los hemos conseguido, sino que nos arrebata, en ocasiones, vidas inocentes.

Diariamente esta delincuencia nos arrebata, también, nuestra tranquilidad.

Esa tranquilidad que es arrebatada todos los días cuando nuestros hijos y familiares tienen que movilizarse a sus centros de estudios o trabajos en cualquier medio de transporte. Nuestra ansiedad está tan presente hasta que nos digan que sí llegaron bien a su destino, o cuando ya están a salvo en nuestro hogar.

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Adulto mayor muere baleado tras ser usado como escudo humano en Los Esteros

Como mujer creyente que soy rezo con mucha fe para que nuestro país vuelva a ser pacífico, como cuando yo era pequeña.

Ecuador era un país donde se podía jugar hasta tarde en la calle con los amigos de barrio sin ninguna preocupación. Ecuador era un país donde te ibas de fiesta hasta tarde y se podía esperar a los hijos en el carro hasta que salieran, sin ningún susto de que te asalten.

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Así quiero volver a ver a mi ciudad y a mi país.

¡Que Dios nos permita volver a vivir en paz! (O)

Mónica Narcisa Buri García, arquitecta, Guayaquil