La economía ecuatoriana en este 2025 viene creciendo a un ritmo importante cercano al 4 % con respecto al PIB, este crecimiento se sustenta en tres pilares fundamentales como son el consumo de los hogares, la inversión local y las exportaciones no petroleras. Gran parte de este movimiento económico se debe a que la incertidumbre política respecto a la gobernabilidad se ha disipado, pues ya no nos encontramos con la volatilidad presentada años atrás como eran las disputas constantes entre el Ejecutivo y el Legislativo, muerte cruzada, elecciones anticipadas, entre otros; esto permite que los distintos actores económicos puedan planificar con mayor certeza las distintas acciones que van a hacer en sus respectivos ámbitos.

Sociedad huérfana

El consumo represado de las familias del 2024 se ha volcado para el presente año generando una recaudación tributaria del IVA, renta y consumos especiales que alcanzan niveles históricos, lo que significa importantes ingresos para el Gobierno. Asimismo, las exportaciones no tradicionales alcanzan niveles históricos, a datos de agosto del 2025 superan en un 20 % el volumen de ventas respecto al mismo periodo del 2024; esto se debe al incremento de la producción exportable, especialmente de cacao, café, banano y camarón, los logros de los acuerdos comerciales firmados hasta el momento e importantes precios que están alcanzando algunos de los commodities; de igual manera las inversiones locales crecen a buen ritmo generando una dinámica de construcción y consumo que se traslada a creación de puestos de trabajo. Todo esto impulsa a la economía ecuatoriana y es preciso mantener las condiciones para sostener esta recuperación económica.

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Es evidente que todavía existen algunos lastres, como es la inseguridad, que todavía no permite una plena recuperación en algunas áreas, pero que de a poco empiezan a dinamizarse, como lo es Durán, que es una de las ciudades donde más se registra contrataciones en nuevos puestos de trabajo, según datos del INEC; pero también es importante entender que esta lucha contra los grupos de delincuencia organizada o GDO tomará su tiempo, pero a pesar de ello es imprescindible generar las condiciones para la recepción de inversión y aprovechar las características que como país tenemos respecto a ubicación geográfica, recursos naturales y otros factores que nos benefician. Esperemos en algún momento alcancemos niveles de inversión extranjera como Colombia y Perú, que a pesar de sus problemas políticos siguen atrayendo importantes flujos de inversión extranjera directa, en gran medida por la visión de largo plazo de sus políticas públicas, el respeto a la institucionalidad y entre los distintos poderes del Estado, en aras de seguir labrando una economía pragmática apoyada en el libre mercado.

Ecuador frente al espejo de la Constitución

Ecuador debe mantener su buen ritmo económico para los siguientes años, es preciso que el 2025 presenta un efecto rebote respecto al año anterior, pero las condiciones políticas y económicas que se generen desde el Gobierno serán fundamentales para que el buen nivel económico se mantenga en el tiempo. Cabe señalar que una potencial Asamblea Constituyente podría tal vez generar preocupaciones en ciertos actores, pero es preciso aclarar que ese paso es fundamental para garantizar desde la carta magna mejores condiciones para la inversión y contar así con un sistema económico acorde con la realidad y en el que se fomente sin ataduras la libertad de empresa y un accionar basado en la apertura, trayendo así mejores días para los ciudadanos. (O)

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Jorge Calderón Salazar, analista económico, Guayaquil