Entramos a la recta final de fin de año y como todos los años toca apretar más el presupuesto y encontrar un extra para alegrar a los miembros de las familias, y aunque nos sobra el cariño hace falta el recurso para materializar un obsequio. Es por esto la importancia de alcanzar una libertad financiera anhelada y para esto se necesita tener nuevos hábitos, como definir una meta alcanzable, controlar el impulso de comprar o gastar, reducir las deudas a corto y mediano plazo. Ir buscando una holgura financiera sin convertirte en un avaro, pero sí cuidadoso de tu dinero que cuesta mucho hacerlo. En el mismo sentido crear un fondo emergente o lo aconsejado por nuestras abuelas: “Hijo, guarda pan para mayo”·
Educación financiera: el sueño
Diversificar el ingreso, a veces nos sentimos cómodos con un solo ingreso y los fines de semana a divertirme porque me lo merezco, pero perdemos oportunidades de hacer un dinero extra de forma honesta. Se necesita plasmar en una hoja todos mis gastos frente a un solo ingreso, esto nos ayuda a enfrentar el problema básico, reconocer nuestros excesos y tomar acción. Ponga a descansar su tarjeta de crédito o débito que terminan siendo una tentación 24/7 para gastar o comprarse cosas no planificadas o innecesarias y su tarjeta de crédito dejó de ser un socio estratégico pasando el usuario financiero a ser un súbdito de la deuda con pagos mínimos mensuales interminables y el nacimiento de una angustia financiera. No existe nada más placentero que vivir en paz y tranquilidad y por ende sin sobresaltos económicos, pero se requiere dar ese paso. El ecuatoriano, hombre o mujer, son luchadores y surgen con la marea en contra, convirtiéndolos en verdaderos marineros frente a las tormentas de una sociedad pujante, pero así como el dinero es importante también es el tiempo que utilizamos para tomar la acción o solo esperar que las cosas se resuelvan solas. Espero y aspiro a un nuevo Ecuador y esto partirá de la prudencia en nuestras finanzas personales para alcanzar la paz económica tan deseada y poder disfrutar en familia de esas vacaciones soñadas o de una vivienda que es el núcleo materializado de un hogar. (O)
Gunnar Lundh Iturralde, periodista, Guayaquil