El Ecuador vive una grave situación de emergencia y seguridad nacional, una situación sin precedentes gracias a que en la Constitución vigente los delincuentes tienen todas las garantías para generar el caos que vive el país, el crimen prácticamente no tiene castigo, el delincuente tiene anonimato o se les aplica arresto domiciliario, se abrieron las fronteras, y además la tabla de consumo de drogas fue creada, generando más problemas no solo por el microtráfico, sino también el consumo de estas sustancias.
¿Necesita la Constitución un defensor?
Los grupos de delincuencia organizada (GDO) operan como empresa y reclutan a la delincuencia a miles de personas, pero ante la ley y la justicia no son terroristas, son juzgados como delincuentes comunes y en la mayoría de los casos quedan libres, si no hacemos nada el Ecuador quedará a merced de la delincuencia, tal como sucede en otros países de la región.
Los jueces constitucionales deben tener sensibilidad, si bien interpretan la Constitución, deben resolver situaciones excepcionales, como esta emergencia de seguridad nacional. El presidente, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional necesitan de fuero especial y total independencia para continuar el trabajo que hacen, bloqueado por la falta de recursos legales para combatirlo, esto ya sucedió en un gobierno anterior, con el Alfaro Vive, y su sucesor el Dr. Rodrigo Borja pudo decir: “el Ecuador es una isla de paz”.
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El Ecuador no puede quedar a merced de este montón de bandas criminales. (O)
Juan Orús Guerra, arquitecto, Guayaquil