Hay jubilados que no han sido tomados en cuenta y otros sí, es que en la práctica no hay justicia ni respeto a las leyes en el Ecuador, a unos sí les han reconocido aunque no totalmente el pago de sus haberes, por los reclamos públicos que han hecho.

Debe la Asamblea regular esto porque se dan casos de pagos muy diferentes: según los años de servicio, rangos y jefaturas que cobran más de 5.000 dólares mensuales y hasta heredan el cobro de su jubilación los hijos y cónyuges con buenas mensualidades. Pero habemos jubilados de la Universidad de Guayaquil con sueldos complementarios, que no son una dádiva, peor un sobresueldo abundante que afecte al erario universitario y del país, que no lo estamos recibiendo. Rectores de la universidad ni han hecho algo ni han presupuestado. La Contraloría ha sido sorda a muchos reclamos. Ni siquiera alguna autoridad da condolencias por las muerte de muchos jubilados a los que no supieron atender. (O)

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Héctor Cisneros Arias, doctor en Filosofía, Guayaquil