Este artículo lo hago con el único afán de expresar mi opinión como joven profesional, el sentir de los centenials, ya que el país está atravesando una situación muy crítica a tal punto de que los valores se han tergiversado y la vida se ha vuelto insignificante para los que amenazan la integridad social del país, en que por robar algún objeto de valor, como celulares, efectivo, vehículos etc., que por atracar no les importa apagar una vida de forma tan despectiva y tan fría, usando la violencia física para silenciarnos.

No es la ley, es el hombre

Lo que estamos viviendo como país es una realidad que siempre hemos tenido, pero que ahora se está transformando en pesadilla a tal punto de ya no poder disfrutar tiempo en familia y con amigos, al extremo de que ya no se puede salir a cualquier lugar a comer o pasar el día con la incertidumbre de que nuestras vidas pueden correr riesgo en cualquier momento o no llegar a salvo a nuestro hogar, o el miedo a que nos secuestren y nos extorsionen.

¿Por qué la indiferencia?

Nuestro Ecuador necesita aires nuevos que promuevan la paz, el sosiego que todos anhelamos y que nos permitan desarrollarnos y ser un aporte permanente en nuestra sociedad. (O)

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Aaron Izquierdo Noboa, periodista, Guayaquil