Esta ha sido una semana trágica, macabra y sangrienta. Parece un tráiler de película de terror aquello que circula en redes sociales.

Es inevitable no sentir impotencia y temor por lo que está pasando en nuestro país, ya ni en las cárceles hay seguridad. La gente comenta que quien a hierro mata a hierro muere y precisamente ese es el problema, fomentamos la violencia con nuestros comentarios que de una u otra manera se ajustan a la realidad, pero no podemos ser igual que ellos y pensar que decapitar a otro ser humano es parte de la solución. Quienes pagan una condena dentro de los centros de rehabilitación siguen condenándose, cometiendo crímenes atroces allí dentro, peleando el poder, y con sus actos mostrando quién manda. Pero la gran pregunta que nos hacemos es: ¿cómo consiguen el armamento? Llegamos a la conclusión de que el sistema de seguridad es una burla, que sigue liderando la corrupción y no hay quién la detenga. No podemos convertir al Ecuador en un país de terror, demostremos que los buenos somos más, y si queremos cosechar paz, libertad, e igualdad, pues debemos sembrar valores, principios y educación. Al Gobierno le compete el 50% y el otro 50% a la familia. Actuemos con ética. (O)

Jesús David Gómez Loor, licenciado en Comunicación Social, Durán