Estamos terminando un año más y la página del calendario pasará a señalar 2024.

Si la Navidad es una fecha de fe, de esperanza, de paz para el espíritu, el fin de año es una fecha de meditación y reflexión sobre todo lo ocurrido en el año que fenece: lo bueno, lo malo, lo feo, lo hermoso. Así mismo, esta es una fecha para plantar cara al futuro con nuevas metas, objetivos, renovación de energías y optimismo.

El año que se va

Podría hablar mucho sobre los deseos y anhelos de que a cada uno de ustedes les vaya excelente en este nuevo año; deseo que todas sus metas se cumplan; los deseos de una excelente salud, bienestar económico y unión familiar. Pero este año, aparte

Publicidad

de estos deseos y anhelos, quiero pedir que nuestro Dios todopoderoso se preocupe y abra el corazón de esa gente que está haciendo mucho daño a nuestra sociedad, al país, al mundo.

Pido que su codicia, su avaricia se transforme en generosidad. Rezo para que su soberbia se transforme en humildad. También, que la ira de su corazón se transforme en paciencia. Espero que su envidia se transforme en un sentimiento de valoración y respeto por el otro. Y finalmente, que sus mentalidades de destruir se conviertan en mentalidades de construir.

Nochevieja

Ese es mi pedido, para evitar la violencia en las calles, eliminar la aspiración de lujos innecesarios, eliminar las guerras y llegar a un mundo más armonioso.

Publicidad

Espero que así sea. Les deseo un feliz y agradable año 2024. (O)

David Ernesto Ricaurte Velez, ingeniero mecánico, Guayaquil