Los fetichismos de fin de año a las doce de la noche: patear el año viejo que está quemándose para quitarse sus problemas, comerse un racimo de uvas verdes muy ácidas de un ‘golpe’ para tener éxito, ponerse ropa interior amarilla para tener dinero y amor, correr con una maleta con ropa y una cartera o billetera con billetes y darse la vuelta a la manzana del barrio para irse de viaje con mucho dinero; no se cumplen igual.
Amigos, se quemaron con el fuego, consiguieron agruras de estómago, no tuvieron éxito ni pareja buena, y el ladrón se les llevó el equipaje y la billetera. Confíe en Dios. (O)
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Sebastián Proaño, Quito