El monigote que hice, y que tanto me costó, en cenizas se convirtió, cuando sonaron las 12, llevándose con ellas penas, alegría, lágrimas y sonrisas.

Ni las uvas que me comí, ni di la vuelta a la manzana con las maletas, ni mis pantaletas amarillas, ni el guachito que compré, ninguna cambió mi situación, pero me quedó la ilusión, de amar y ser amado por mis seres queridos, aquellos que ya no están y los que están en difícil situación, de dinero o de salud, que por ellos pedí, para que mejore su situación.

Año nuevo

En la era del dragón, que en China está a punto de empezar, según su ideología, mejor fortuna les traerá, porque este año les fue mal en materia de economía y de catástrofes.

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“¡Que llegue la paz en el mundo, especialmente a las naciones en guerra!”, es mi grito desesperado, que eco no tendrá.

Ya España celebró su feliz año nuevo, cuando aquí recién nos preparamos para vestir elegantes para celebrar el año nuevo, que esta vez será diferente, pues no a todos nos fue mal, pero tampoco muy bien. Solo pedimos salud para todos los enfermos, amor para todos los solitarios y bondad para todos los malvados.

Un Ecuador esperanzado para el 2024

A mis amigos también, cercanos o lejanos y a mis amigos que me leen, me comentan y que me publican, que me hacen tan feliz, deseo que en este año nuevo cumplan sus promesas y sus propósitos. Deseo lo mismo a mi esposa, hijos, nietos, hermano, primos, sobrinos y más parientes lejanos, sean de mi propia raíz o adheridos a mí, porque muchos los quiero y quiero verlos felices también.

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Quiero pedir por el papa Francisco y la Iglesia católica para que sigan iluminando al mundo con sus palabras y con lecciones de amor. A los que profesan otras religiones, también los incluyo, en este mensaje de amor, al igual para quienes, no siguen el calendario solar, que en otras épocas viven, equivocados o no, su propia felicidad.

Fin del año 2023

Y para el presidente, Daniel Noboa Azín quiero desearle a él y a toda su gente, un año feliz y logre sacar al país de esta grave situación, con sabiduría, con calma y sin precipitación, con pocas palabras y con acción, como usted y sus aliados lo demuestran a todo el Ecuador.

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¡Feliz año nuevo 2024! (O)

Sucre Calderón Calderón, abogado, Guayaquil