Hace 21 años se formó una asombrosa simbiosis entre políticos antagónicos de Estados Unidos, lamentablemente ya fallecidos. El senador demócrata Paul Spyros Sarbanes y el congresista republicano Michael Garver Oxley convinieron limar muchas asperezas políticas; como ejemplo por seguir crearon la Ley Sarbanes-Oxley para controlar más eficazmente los controles gubernamentales en materia contable, financiera y evitar la corrupción en los estamentos públicos y privados. La Ley Sarbanes-Oxley además es conocida como Ley de Reforma de la Contabilidad Pública de Empresas y de Protección al Inversionista, o ley SOx, SarbOx o SOA.

Hoy en día, en Latinoamérica las entidades de control han decaído. Es necesario crear la contabilidad gubernamental, como es la ley estadounidense, que también ha dado efectos positivos en más potencias mundiales. Sin embargo, la corrupción existe donde hay descontroles contables y financieros y los procesos anticorrupción son frenados.

Las compañías auditoras han tenido que ajustar acciones más estrictas a fin de no incurrir en errores en la búsqueda de una mejora en las políticas empresariales, en la utilización de procedimientos bien documentados. Se busca elevar los estándares de control y seguridad de los informes financieros en la gestión de riesgos, establecer acciones debidas, necesarias, oportunas frente a ciertas situaciones; en Ecuador, con la UAFE (Unidad de Análisis Financiero y Económico); de igual manera, la Superintendencia de Compañías es responsable del registro de empresas comerciales, de contabilidad y de auditoría, de la evaluación y la divulgación de la eficacia de los controles internos; y los auditores externos y las juntas de accionistas. Para la Asociación de Auditores Externos del Ecuador también es una tarea ardua y titánica. (O)

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José Arrobo Reyes, economista, Guayaquil