El mal llamado debate presidencial el domingo 21 resultó un verdadero fracaso, puro ataque entre candidatos.

No solo los televidentes perdimos tiempo sino también los candidatos que debieron hacernos conocer las propuestas para resolver los problemas. Ni los tiktokers, ni los mil dólares, ni los zapatos rojos, convencieron al electorado preocupado en cómo llevar el pan cada día a su familia. Pretenden representarnos entregando dádivas y ofertas baratas; han dejado en evidencia que a grupos de poder, a la clase política de siempre, a quienes gobernaron la última década, lo único que les interesa es el poder para saciar su glotonería por el dinero, sin importarles el pueblo. Como siempre, el CNE nos quedó debiendo. Ecuador busca una persona decente que sea presidente. (O)

Édison Gelacio Mora Mora, Guayaquil