Cada vez es más seguido que escucho que el problema de la droga se empezará a eliminar cuando se legalice su comercialización.

En nuestro país es cada vez más común escucharlo, y me ha sorprendido que muchos periodistas estén de acuerdo con esto.

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Ya no es sorpresa para mí que la gente escuche una sola versión y, con base en eso, haga una elección. En este caso, ¿cuáles son las debilidades y amenazas de esta teoría?, porque solamente escucho sus fortalezas y oportunidades.

Droga se encontró enterrada en una bodega de distribución, en Ambato

Yendo al grano, desde mi punto de vista, una amenaza de esto es que la legalización de la droga podría disminuir su precio, pero a su vez, por lo mismo, podría disparar su consumo.

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Únicamente con la creación de la tabla mínima de consumo y su despenalización, muchos jóvenes fueron arrastrados a su adicción; esa es una lacerante realidad.

Y aquí viene una debilidad: la droga tiene un altísimo poder de adicción. Entonces, si tengo fácil acceso a las

drogas, tengo más facilidad para su consumo y, por ende, mayor posibilidad de caer en la adicción.

Por otro lado, al negocio del cigarrillo y del alcohol se los persigue por “su capacidad de adicción”, pero ¿no es superior la de las drogas por sus componentes sintéticos?

¿Cuánta droga se incauta en las cárceles de Ecuador, en las que rige un estado de excepción?

¿Realmente quieren disminuir el consumo de las drogas? Porque no veo campañas por radio, TV, redes sociales, escuelas o colegios que eduquen a la juventud a abstenerse de probarlas o que les enseñen qué daños les hace en su cuerpo, mente y vida.

¿Quieren disminuir el consumo de drogas? Disminuyan su demanda.

El consumo de cigarrillos en el mundo ha disminuido, no por su legalización o libre comercialización, sino por las fieras campañas antitabaco. Pero sobre las drogas, ¿qué se está haciendo? (O)

David Ernesto Ricaurte Vélez, ingeniero mecánico, Daule