Los seres humanos somos por lo general desagradecidos y malagradecidos, encima vanidosos. Nos han hecho creer que somos los reyes de la creación, aunque muchos no han creado nada en su vida, salvo “pesares” como la canción de Julio Jaramillo. Son buenos para criticar, en lugar de ser empáticos y no afectar a nadie. Digo esto porque se critica que algunas familias celebremos en el Ecuador el Día de Acción de Gracias, el cuarto día jueves del mes de noviembre como en Estados Unidos, donde es una fiesta nacional. Sin embargo, les encanta celebrar al día siguiente el Viernes Negro o Black Friday, una fiesta comercial que da inicio a la temporada de compras navideñas en EE.UU., a precios increíbles, pero no tanto así en el Ecuador.

Considero que el Día de Acción de Gracias debería ser una fiesta universal a celebrarse en cada país según sus tradiciones. Por ejemplo, en Canadá –donde tengo familia– se lo celebra el segundo lunes de octubre. Esto no significa que debamos dar gracias solo una vez al año cuando debería ser permanente. Por desgracia, los seres humanos somos medio desagradecidos, aunque depende de cómo nos enseñaron en casa.

Considero que el Gobierno del presidente Noboa debería instituir en el Ecuador el Día de Acción de Gracias, no solo por las bendiciones recibidas sino también porque tenemos vínculos estrechos con los Estados Unidos donde nació esta celebración. Después de la migración masiva que ocurrió en los años 60 y 70 del siglo pasado, hoy existe en los Estados Unidos una gran descendencia de ecuatorianos que viven allá y que festejan todos los años el Día de Acción de Gracias. Nosotros lo festejamos en el Ecuador porque una hija y mi último nieto nacieron y viven allá, también tengo otros dos nietos que nacieron en Estados Unidos, pero viven cerca a nosotros. (O)

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Carlos Luis Hernández Bravo, ingeniero civil, Samborondón