Los deportes electrónicos, conocidos como eSports, están ganando terreno no solo como entretenimiento, sino también como una valiosa herramienta educativa. Incorporar los eSports en el entorno escolar puede fomentar diversas habilidades esenciales para el desarrollo integral de los estudiantes, alineándose perfectamente con los retos del siglo XXI.
Los eSports promueven el trabajo en equipo y la comunicación efectiva. Participar en competencias digitales implica colaboración, estrategia y liderazgo, competencias que son transferibles a contextos académicos y profesionales. Además, al jugar en equipo, los estudiantes aprenden a respetar a sus compañeros y adversarios, gestionando tanto la victoria como la derrota con madurez.
Otro aspecto importante es el desarrollo de habilidades cognitivas, como la concentración, la toma rápida de decisiones y la resolución creativa de problemas. Los juegos de competencia exigen pensar de manera estratégica y adaptarse a cambios constantes, habilidades que favorecen el aprendizaje en áreas como matemáticas y ciencias.
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Los eSports también fomentan la motivación y la confianza. Al superar desafíos y avanzar en niveles dentro de un entorno de juego, los estudiantes refuerzan su autoestima y perseverancia, y aprenden que los obstáculos pueden ser superados con esfuerzo y pensamiento crítico.
Los eSports son una puerta hacia la equidad y la inclusión, al ofrecer oportunidades para que estudiantes con diversas capacidades y orígenes participen en igualdad de condiciones, promoviendo la socialización y la integración.
Los deportes electrónicos con enfoque educativo representan una innovadora forma de aprendizaje que prepara a los estudiantes para los desafíos futuros de manera dinámica y atractiva. (O)
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Roberto Camana-Fiallos, escritor y docente investigador, Ambato