Todos los Gobiernos, todos sin excepción, no se hacen líos, no resuelven las verdaderas distorsiones de la sociedad y optan siempre por lo más fácil y sencillo.

Por ejemplo, si el precio del petróleo cae, no tenemos dinero en las cuentas del Estado, ¿y qué se hace?, subir impuestos, aplicar intrincadas matemáticas para reducir la deducción de gastos personales, subir IVA, etc.; mientras en la sociedad existen miles –sí, miles– que evaden el pago de sus impuestos, y no me refiero a grandes corporaciones ni empresas, sino a profesionales de libre ejercicio cuya tributación no va acorde a sus estándares de vida.

Francamente penoso

El cálculo actuarial del IESS demuestra graves problemas futuros, ¿y cuál sería la solución? Pues el incremento de aportes mensuales, incremento de años de jubilación y reducción de pensión máxima, mientras observamos una terrible y gigantesca corrupción en esa entidad que devora los fondos y vemos la cantidad de dinero que se va en subsidios al sector del campesinado y en la atención de los menores de edad, donde el dinero de su financiación sale del bolsillo de los afiliados. Los menores de edad deberían ser atendidos en la red de hospitales públicos (cubiertos por el Estado), y a los campesinos, si el Estado quiere subsidiarlos, debería pagarles sus aportes completos al IESS, y no salir ese dinero de los afiliados.

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Existen políticos, burócratas, juristas, alcaldes, prefectos, etc., a los que se les observa un estándar de vida altísimo, cuyos ingresos no se compadecen ni se aproximan a su tren de gastos; propietarios de grandes haciendas de la noche a la mañana, caballos pura sangre, autos de lujo, colección de motos de lujo, declaración de cuentas bancarias de siete cifras sin que tengan antecedentes de empresas o emprendimientos o pagos de impuestos de años anteriores que justifiquen esa riqueza.

Televisión y violencia: la peligrosa costumbre de lo intolerable

Si existiera un solo presidente estadista honesto que realmente trabajara en estas distorsiones, no estaríamos hablando de subir el IVA sino más bien de bajarlo, ni estaríamos hablando de que el problema de IESS es que “los viejos ya no mueren a los 70 años sino a los 90”.

Tenemos Gobiernos tan irresponsables que todo el peso de las crisis se la ponen directamente en el hombro de la clase media, de la clase que realmente genera y soporta la sociedad, mientras la corrupción sigue cabalgando como los jinetes del apocalipsis.

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Ecuador: enfermedad constitucional

Empobrecen a la clase media, empobrecen la sociedad, y extrañamente marcas mundiales de autos de lujo arriban al país. ¿Quién te entiende, Ecuador? (O)

David Ernesto Ricaurte Vélez, ingeniero mecánico, Daule