Ahora cualquiera monta un video sobre la gasolina en las redes sociales, mide mal los octanos y manda al infierno a los aditivos, expresó Carlos Luis Hernández Bravo, en su comentario enviado a esta Diario.


Mi padre decía que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”, y es verdad. Aunque la frase es de Néstor Roulet, la aprendí en mi casa.

Por eso no me extraña que el Gobierno quiera desaparecer la gasolina de 85 octanos y reemplazarla por una de 87 octanos, porque dicen que la primera está descontinuada. La idea no es mala porque la mayoría de los vehículos están diseñados para usar 87 octanos y la ofrecen al mismo precio que la ecopaís de 85 octanos. Pero tengo mis dudas, se dice que “cuando todo está demasiado bien es porque algo anda mal”, y lo aprendí en la calle. Sin embargo, no lo podrán hacer porque la gasolina de 87 octanos no está en la norma ‘NTE INEN 935 Gasolinas Requisitos’ que el Gobierno reformó en septiembre de 2021, cuando en derroche técnico especificaron cinco tipos de gasolinas: 85 octanos (ecopaís), 89 octanos (ecoplús), 92 octanos (salió del mercado), 95 octanos (súper prémium) y 95 octanos tipo euro 5, que la pusieron de adorno.

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A los usuarios nos da igual que no haya gasolina de 87 octanos porque aplicando un aditivo podemos elevar los octanos de la ecopaís y eliminar el cascabeleo. En el mercado hay varias marcas de estos aditivos que aumentan el rendimiento del motor, pero también hay escépticos. El problema es que ahora cualquiera monta un video en redes sociales, mide mal los octanos y manda al infierno a los aditivos. Usan un medidor portátil que solo mide lo que se conoce como constante dieléctrica, que tiene relación con los octanos, pero sus mediciones no son válidas en combustibles con etanol. Gracias a los aditivos, las gasolinas extra y ecopaís son las más vendidas en el Ecuador. La ecoplús estaría por desaparecer como la súper; la súper prémium es menos del 2 % del mercado, y de la tipo euro 5 mejor ni hablar. (O)

Carlos Luis Hernández Bravo, ingeniero civil, avenida Samborondón