Nuestros jóvenes, debido a una exposición constante a modelos prodelictivos desde el hogar, comunidad, medios de comunicación (películas, música, videojuegos), han glorificado la conducta criminal. Los adolescentes se encuentran en un proceso normal de búsqueda de identidad y pertenencia, pero la falta de oportunidades, pobreza, violencia, modelos de crianza disfuncionales, impulsividad, además de otros factores contribuyen a idealizar la vida delictiva. En Ecuador se incrementó la delincuencia juvenil, incluyendo el consumo y tráfico de drogas, sicariatos, generándose una escalada de violencia con una grave secuela en la estabilidad emocional de los ecuatorianos. Desarrollar estrategias de prevención educando a la juventud en cuanto a los riesgos y consecuencias de la vida criminal a través de una visión realista “se pierde más de lo que se gana”, mostrándoles que el dinero fácil se lo llevaran autoridades corruptas, que están idealizando figuras negativas que mueren jóvenes o pasan la mayor parte de su vida en la cárcel. (O)

Hipatia Morlas García, psicóloga clínica, Guayaquil