En estas horas de tristeza y desvalorización que vive la patria nos ha tocado, de manera sensible, reflexionar lo que es perder a un verdadero amigo, sea familiar o no; de una persona que conocimos desde la infancia, en la adolescencia, o en la adultez. De aquel que siempre estuvo ahí, como formador de juventudes, el maestro de diverso nivel educativo, que jamás cambió su forma de ser y proceder, que nos proporcionó el sabio consejo de su experiencia, para apartarnos del mal camino, para convertirnos en ciudadanos de bien, y no en acaudalados millonarios forjados sin moral, señalados y condenados por el público.
Muere Ángel Duarte Valverde, catedrático, dirigente político y exgobernador del Guayas
Uno de esos maestros que nos formó acaba de dar término a su vida terrenal, el doctor Ángel Duarte Valverde, nuestro profesor en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte y patrono de nuestra confraternidad de más de un centenar de estudiantes vicentinos que enaltecieron su nombre y continuarán su ejemplo después de más de 50 años de egresados del plantel.
Publicidad
En lo personal, tuve el honor de hacerle entrega formal del despacho de la Gobernación del Guayas, él fue designado gobernador titular por el gobierno de Sixto Durán-Ballén, desde 1992 a 1995.
Es hora de que los verdaderos amigos ecuatorianos se unan y luchen para cambiar la faz de un país en crisis moral...
Por ello, nos da disgusto el proceder de quienes se han valido de la administración pública a todo nivel, inclusive de la clase periodística a la que nos pertenecemos, dejando un mal precedente para las presentes y futuras generaciones, especialmente de profesionales que deben ser el espejo donde se deben mirar para un desempeño correcto y sin dobleces.
Publicidad
Cada ecuatoriano, hombre o mujer, en esta hora aciaga que vive la patria, debe reflexionar el daño que infieren con un proceder alejado de las leyes, teniendo como objetivo riquezas y falsa distinción.
Es hora de que los verdaderos amigos ecuatorianos se unan y luchen para cambiar la faz de un país en crisis moral y económica. (O)
Francisco Medina Manrique, periodista, Guayaquil