A esos héroes canto mi encanto, por ellos la patria avizoró la libertad del yugo servil. Frente en alto y alma exultante, la astucia bravía llenó de desafío para hacernos desatar las cadenas, derrotando al ibérico audaz, y resonar una voz, libertad.

¡Desde el cielo la aurora gloriosa nos entona un canto viril a esos héroes que entregaron su vida! Mi alma reverente se inclina en la columna de los próceres con este ramillete de palabras: ¡Guayaquil independiente, tu bandera blanco y celeste flamea en el alma del pensil! (O)

Myrna Jurado de Cobo, Guayaquil