Si bien es cierto que la inseguridad restringe los viajes a la costa ecuatoriana, muchas familias de Guayaquil de al menos cinco integrantes se abstienen de viajar en sus vehículos por el alto costo que les significa visitar estas hermosas playas. Por ejemplo, una familia gastaría aproximadamente 60 dólares en combustible, 140 dólares por la casi segura multa de tránsito por los radares escondidos; 15 dólares la carpa para el sol; y siendo optimistas 70 dólares en platos a la carta. Esto suma 250 aproximadamente. Esta es la realidad. Sería conveniente que la dirección de turismo sepa esto y no se señale solamente a la inseguridad. Vale destacar que no he considerado costo de hospedaje para quienes se quedan al menos una noche, lo que haría que el costo final sea mayor a 300 dólares. (O)
Edgar Saldaña, Guayaquil