Nadie está obligado a hacerse educador, pero quien abrace esta noble misión que lo haga con vocación, responsabilidad, honestidad, humildad, formación y preparación pedagógica, amor a la niñez y la juventud y alto sentido de apostolado.
A los maestros, verdaderos docentes abnegados que son cultores del alma nacional, los saludo; ayer 13 de abril celebramos su día, pero todo el año tenemos que honrar a los docentes ecuatorianos que son humanos, educadores, preparados, respetuosos y así proclaman las memorias de Juan Montalvo, Federico González Suárez, Luis Felipe Borja, Víctor Manuel Peñaherrera que fueron brillantes catedráticos que glorificaron nuestra patria. (O)
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Esneyder Castro Salvatierra, profesor, Jipijapa