La etapa de adaptación escolar para el año lectivo 2025-2026 es esencial para que los estudiantes inicien su camino académico con éxito. Aquí, el enfoque es crear un ambiente acogedor, seguro y estimulante, donde los estudiantes se sientan cómodos para aprender y socializar desde el primer día como serán evaluados en las diferentes asignaturas.

Primero, las unidades educativas deben preparar ambientes adecuados. Aulas iluminadas, ventiladas y con mobiliario seguro que motive la exploración son clave. Espacios como rincones de juego y áreas al aire libre facilitan un aprendizaje activo y significativo que conecta con las vivencias de los estudiantes.

Los docentes juegan un papel crucial al conocer a sus estudiantes mediante actividades lúdicas y diagnósticos iniciales. Esto permite identificar necesidades, intereses y estilos de aprendizaje, contribuyendo a diseñar estrategias personalizadas que favorezcan la inclusión y el desarrollo integral.

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Las actividades deben ser variadas y conectadas con el contexto del estudiante. Integrar juego, lectura, experimentación y expresión artística favorece no solo el conocimiento, sino también la confianza y la motivación para participar activamente en el aula.

Es indispensable también acompañar el bienestar emocional mediante escucha activa y empatía. El profesorado debe estar atento a señales de dificultades para brindar apoyo o derivar a especialistas, asegurando un ambiente positivo y seguro para todos.

Esta etapa de adaptación escolar promueve un inicio sólido donde ambientes adecuados, estrategias flexibles y acompañamiento emocional garantizan que cada estudiante acceda a una educación de calidad, inclusiva y significativa, sembrando las bases de un aprendizaje para toda la vida. (O)

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Roberto Camana-Fiallos, escritor y docente investigador, Ambato