Escribo este tema trascendental de la mujer, a quien hay que amarla, considerarla y protegerla, en relación al rechazo al femicidio, actitud déspota, machista, cobarde provocado por gente depravada carente de los más elementales principios y sentimientos del amor, la comprensión, el respeto y la paz.

La mujer es una persona única que abarca un cúmulo de virtudes y facetas, tales como de amiga, hermana, compañera, hija, esposa y la más importante de madre. Merecidamente se dice que a la mujer no hay que lastimarla ni con un pétalo de una rosa, sin embargo, como algo inconcebible el ser más sublime del planeta Tierra ha tenido que soportar desde la creación de la humanidad violencia y discrimen... ¿Por qué tuvo que ser ella la víctima?..., en muchos casos ser motivo de persecuciones, vejámenes, atentados y muerte. Es menester puntualizar que a lo largo del tiempo la mujer buscó la reivindicación en el trato en lo educativo, político y social. La historia registra a grandes féminas que lucharon para hacer valer sus derechos. Muchas de ellas nunca desmayaron en la persecución de sus objetivos e ideales: Rosa Parks (1913–2005), activista afroamericana quien venció la discriminación del color de su piel en Estados Unidos; Gabriela Mistral, sobrenombre, (1889–1957) se llamó Lucía Godoy Alcayaga, chilena, premio Nobel de Literatura, 1945; madre Teresa de Calcuta (1910–1997), monja católica de Albania, naturalizada en India, fundó la congregación de las misiones de la caridad en Calcuta, premio Nobel de La Paz 1979; Rosa Elena Tránsito Amaguaña Alba, nació en Pichincha (1909–2009), protectora de organizaciones autóctonas de campesinos del Ecuador, recibió los premios Manuela Espejo en 1997, y Eugenio Espejo en 2003... Es larga la lista de mujeres destacadas que son parte de la historia. (O)

José Franco Castillo Celi, psicólogo y médico naturista, Guayaquil