El cúmulo de años suele venir aparejado de reflexión y certezas, por eso siempre se ha apreciado el consejo de los mayores.

Bachilleres de la promoción 1961-1962 del colegio Vicente Rocafuerte, que promedian en edad los 75 años, alarmados y preocupados por el nivel de corrupción que vive el Ecuador, decidieron llamar la atención de la ciudadanía, exhortándola a que, mediante actos de civismo, les exijan a las autoridades combatir la impunidad.

Efectuaron un plantón, el pasado jueves, en la plaza Rocafuerte, en Guayaquil, y mediante una proclama llamaron a velar por las normas éticas y morales que deben regir en nuestra sociedad.

Asimismo, consideran que se debe respaldar a quienes cumplen con su deber y obligaciones.

A las autoridades de los poderes Legislativo y Judicial les exigen rectificar los rumbos de sus actuaciones y que establezcan las reformas legales y constitucionales necesarias para parar la impunidad, la corrupción y el despilfarro de los recursos públicos que pertenecen al pueblo ecuatoriano. A las instituciones encargadas del nombramiento de autoridades de control y de justicia les piden que tomen todas las medidas necesarias para calificar a personas honestas y capacitadas para esas funciones.

Hacen bien los miembros de la fraternidad de exestudiantes vicentinos al pronunciarse y llamar la atención de la ciudadanía y de las autoridades, pues la indiferencia no debe ser una opción en momentos aciagos. La resolución con la que actúan estos ciudadanos inspira civismo y es un ejemplo para la juventud.

Expresar rechazo, de manera pacífica pero firme, establece una diferencia ante esa actitud que se ha ido asentando en la ciudadanía de ‘dejar hacer, dejar pasar’ o de abandonarse al devenir de sucesos por considerar que no se le puede poner un alto a la descomposición social que se va tomando cada vez más las instituciones e incluso compromete a quienes deben garantizar el cumplimiento de la ley y al sector privado que interactúa con estas. (O)