La cerrazón del miedo seguramente es una tendencia antigua, habría que buscar en la historia, pero en los últimos decenios se han dado casos –especialmente en Estados Unidos– de personas que se encierran en un ambiente minoritario para protegerse de influencias malignas. Ante ambientes depravados, la inmoralidad ambiental, hay que protegerse cuidando que no entre la influencia de los medios y no haya contacto apenas con personas extrañas.
Recientemente ha estado en pantalla en España una película sobre san Pablo –que pronto llegará a América del Sur–, ha gustado a mucha gente, pero a mí me llamó la atención un aspecto que aparece en ese relato y distorsiona gravemente la historia: los primeros cristianos de Roma aparecen juntos escondidos en unas ruinas o un edificio antiguo. Eso es grave para la percepción de lo que es el cristianismo. Los cristianos estamos en el mundo para dar a conocer con nuestro modo de vivir y con la palabra la doctrina de Jesucristo. Nada más lejano de la realidad que estar escondidos para que no nos hagan daño.(O)
Enric Barrull Casals,
Girona, España








