A propósito de lo que escuchamos en los últimos días sobre los diferentes casos de corrupción, un implicado dijo que el hecho de que se lo incluya o mencione en un correo electrónico no puede ser tomado como prueba.
El correo electrónico y otros tipos de mensajería virtual se han convertido en herramientas indispensables a la hora de intercambiar información tanto en el trabajo como a nivel personal. Esta enorme popularidad ha hecho que los e-mails sean un método de prueba judicial cada día más extendido, pero la pregunta consiste en si se puede establecer la fuerza probatoria de dicho documento electrónico. La mensajería virtual se trata, judicialmente, como un documento privado y está sujeto a las reglas probatorias de este tipo de escritos, pero en el caso de no ser impugnado por la parte contraria tendrá la misma fuerza vinculante que un documento público; la carga de la prueba recae sobre la parte que la presentó al tribunal, y esta podrá proponer cualquier medio útil para demostrar su veracidad, esto puede resultar un problema. Es importante aportar un informe pericial técnico que demuestre el contenido original del mensaje, la identidad del equipo que lo emitió y recibió, la fecha y hora de esa comunicación y la cadena de custodia del correo; es decir, los servidores de correo, los logs de acceso, etcétera. La conclusión del perito en su informe será de vital importancia para evidenciar la integridad de la prueba. En el caso de que quede demostrada su autenticidad, el documento hará prueba plena y correrá con los gastos que se hayan originado para demostrar su veracidad, la parte impugnante; y en el caso de que el juez considere que hubo temeridad, podrá imponer una sanción económica. Cuando no se haya podido probar la autenticidad de la comunicación electrónica, pero tampoco se haya demostrado su falsedad, será el tribunal el que valorará estos documentos bajo las reglas de la sana crítica y jurisprudencia. Como claro ejemplo tenemos que en un intercambio de correos de marzo del 2011, forman parte de las pruebas que usaron autoridades brasileñas para solicitar la detención de Marcelo Odebrecht, presidente de una de las más grandes compañías de ingeniería y construcción de América Latina y que ha puesto a temblar los cimientos de muchos gobiernos, incluido el nuestro.(O)
Erwin Darwin Chiluiza Rodríguez, ingeniero de Sistemas y abogado; avenida Samborondón