Hablar del cineasta James Cameron es también hablar de la película Titanic, una obra con la que obtuvo varios premios Óscar y que se volvió en icónica para el cine.

Cameron es una de las personas que ha viajado hasta los restos del Titanic. En una entrevista en 2009 para Playboy relató que la inspiración para filmar la cinta cinematográfica fue porque deseaba bucear en los restos de naufragio.

El Titanic se hundió en abril de 1912 tras chocar con un iceberg y se estima que iban a bordo más de 2.000 personas.

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Con la filmación de la película, Cameron buscaba financiar la expedición. El primer descenso a más de 3.500 metros lo realizó en 1995 y con tecnología de última generación, esto le permitió tener imágenes para recrear el naufragio.

No todo ha sido dicha en las inmersiones de Cameron, en 2012, estuvo por más de 10 horas en una corriente marina atrapado hasta lograr salir. En ese año también viajó a 11 kilómetros bajo la superficie a bordo de su nave sumergible, Deepsea Challenger, las expediciones que realizó con esta sirvieron para especiales de National Geographic.

A bordo del sumergible personal, Cameron alcanzó la fosa de las Marianas, el cual es considerado el punto más profundo del océano.

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Este submarino tenía una altura de siete metros y Cameron debía tener las rodillas dobladas y apenas podía moverse. Además su construcción fue con acero especial para cañones para la cabina con la capacidad para resistir la presión.

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De igual manera se colocó una espuma sintética para impedir el efecto de la presión en el fondo marino. National Geographic relató que habían diversos sistemas que servían de respaldo como si las más de 1.000 libras de peso del submarino no caían cuando se lo ordena, había una liberación galvánica de respaldo para que así se pueda ascender.

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Se han recordado estos eventos ante la desaparición del submarino Titán con cinco tripulantes que buscaban recorrer los restos del Titanic el pasado domingo y cuyo oxígeno estaba previsto que se terminará hoy. (I)