En Colombia, el pasado 14 de octubre, en el municipio Calamar, del departamento del Guaviare, tres personas, entre ellas un soldado, resultaron heridas en tres ataques simultáneos con drones cargados de explosivos.
Esas prácticas terroristas, como lo han catalogado distintas autoridades, deben acabar y por eso se han ofrecido jugosas recompensas para quien aporte información sobre quiénes están dedicados al uso ilegal, y criminal, de los vehículos aéreos no tripulados.
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Tres ataques con drones explosivos dejan tres heridos en un pueblo del sureste de Colombia
Dos días después de ese suceso en el Guaviare, medios del vecino país, como Cambio, publicaron que el Ministerio de Defensa Nacional anunció recompensas de hasta 100 millones de pesos (25,719.53 dólares) “para quienes brinden información que permita ubicar, individualizar, identificar y capturar a personas o redes delictivas dedicadas a la operación o comercialización de aeronaves no tripuladas utilizadas con fines delictivos o terroristas, en contra de la población civil y la fuerza pública”.
Drones al servicio del crimen
El 13 de agosto de este año, en el site SWI swissinfo.ch reseñaron que tres militares murieron y otros cuatro resultaron heridos por un ataque guerrillero con drones cargados de explosivos contra una embarcación que navegaba sobre un río cercano al Pacífico colombiano, informó la Armada.
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Los ataques con drones han sido atribuidos, los últimos meses, a las disidencias de organizaciones guerrilleras.
El ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez, citado en Cambio, señala que “estos dispositivos tecnológicos pueden estar al servicio del crimen. Quien use o comercialice drones con fines ilegales enfrentará la justicia y la acción legítima del Estado”.
Cualquier ciudadano que en Colombia pueda ofrecer alguna información sobre el uso ilegal de drones puede comunicarse con las autoridades.
De acuerdo con el ministro Sánchez, está activa la línea 107 contra el terrorismo, “donde podrán denunciar —con absoluta reserva— a quienes operen o comercialicen drones con fines criminales, o los lugares donde sean acondicionados con explosivos”.
Batallón de drones
El general Carlos Padilla, comandante de la división de aviaciones del Ejército de Colombia, informa, a través de la agencia AFP, que “el conflicto en Colombia ha tenido un desarrollo basado en algunos avances tecnológicos, especialmente dado por estas pequeñas aeronaves no tripuladas”.
Desde el año pasado, “guerrilleros que no se acogieron al acuerdo de paz con las FARC, en 2016, empezaron a atentar contra miembros de la fuerza pública con drones modificados de forma casera para soltar explosivos“, publica el medio Deutsche Welle (DW).
Padilla señala que en año y medio van más de 350 ataques, que dejan 15 uniformados muertos y unos 170 heridos.
El pasado 10 de octubre, el Ejército de Colombia presentó “su primer batallón de drones para atacar y defenderse de los grupos armados ilegales como las guerrillas, que utilizan esta tecnología para atentar contra uniformados y civiles”.
Desde la base militar aérea de Tolemaida, y de acuerdo con DW, “se exhibió un grupo de drones dotados de tecnología como inteligencia artificial y capaces de atacar desde el aire a organizaciones dedicadas al narcotráfico y la minería ilegal”.
(I)