Un grupo de arqueólogos que estudió los restos de antiguos festines en Asiab, en los montes Zagros, al oeste de Irán hace unos 11.000 halló que la gente se reunía para celebrar en comunidad; sin embargo, las prácticas eran distintas.
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Estos festines dejaron los cráneos de 19 jabalíes, que fueron cuidadosamente empaquetados y sellados dentro de una fosa dentro de un edificio circular
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Un grupo de arqueólogos que estudió los restos de antiguos festines en Asiab, en los montes Zagros, al oeste de Irán hace unos 11.000 halló que la gente se reunía para celebrar en comunidad; sin embargo, las prácticas eran distintas.