El propósito del nuevo Gobierno es que el acceso a la universidad sea libre, eso implica suprimir el examen de acceso a la educación superior (EAES), del cual se desprende el 60% de la nota de postulación para un cupo en los centros superiores del país. Para eso es necesario ampliar la capacidad de las instituciones.

A ello se apunta con una reforma a la Ley de Educación Superior, cuyo primer borrador ya está listo y será compartido con los 73 rectores de instituciones públicas y privadas del Ecuador.

Luego de este análisis en un encuentro que deberá procurar Alejandro Ribadeneira, principal de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), por pedido del presidente de la República, Guillermo Lasso, posesionado el lunes pasado, el proyecto será enviado a la Asamblea Nacional para el trámite respectivo.

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El lunes 24 de mayo, Alejandro Ribadeneira fue posesionado como principal de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) junto con otros funcionarios. Foto: Tomada de Revista Emprende.

Según el mandatario, de 290.000 estudiantes que se gradúan de bachilleres cada año a escala nacional, solo 90.000 obtienen un cupo en las universidades públicas. De ahí que su objetivo es reformar el sistema de acceso a la educación superior.

“No puede ser posible que en pleno siglo XXI en el Ecuador las universidades tengan que pedir permiso al Gobierno para muchas de sus actividades, entre esas, ampliar su capacidad de acción con extensiones universitarias o con nuevas carreras universitarias o con la aprobación de nuevos sistemas de estudio como el sistema online”, expresó el mandatario el lunes durante el nombramiento y posesión de los ministros y secretarios de Estado.

Entre los representantes de las universidades tanto públicas como privadas del país la posición del nuevo Gobierno en torno a la reforma del sistema genera expectativas. Por ejemplo, en instituciones como la Universidad Técnica Luis Vargas Torres, de Esmeraldas, que tiene una población de 11.000 estudiantes, el anhelo de las autoridades es que la asignación de recursos sea “más justa”, para poder invertir en infraestructura y tecnología.

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En la Universidad Estatal Amazónica, con sede en Nueva Loja, los directivos consideran que la admisión no debe ser excluyente y que para ello podría aplicarse una prueba diferenciada en función de la realidad de la que llega cada estudiante.

¿Reformar la LOES para eliminar la Senescyt o suprimir el Examen de Acceso a la Educación Superior?

Y en centros superiores privados la propuesta es que el sistema se “desburocratice” y que haya facilidades para crear nuevas carreras, programas de posgrado, entre otros aspectos que actualmente demandan de la aprobación de las entidades de regulación.

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En esa línea, hay ciertas universidades que ya tienen listas sus propuestas de reforma que esperan entregar al Gobierno tan pronto sean convocadas como dijo el presidente Lasso. En casos como la Universidad de Guayaquil, una de las más grandes del país, Alejandro Ribadeneira, principal de la Senescyt, ya ha tenido acercamiento, según el rector de este centro.

Aunque la propuesta inicial del presidente de la República, cuando era candidato, fue eliminar la Senescyt, luego se aclaró que la intención es suprimir el requisito de que todo estudiante “pase por la Senescyt”, en alusión al EAES mas no la institución como tal.

Este Diario consultó con ocho rectores hacia dónde deben ir orientados los cambios en el sistema de educación superior. Una de las alternativas para ampliar los cupos, coinciden, es reforzar las modalidades semipresenciales y virtuales. No se trata de algo nuevo, pues estas ya constan en la LOES, sin embargo, no se las ha explotado lo suficiente sino hasta ahora que la pandemia ha obligado periodos de confinamiento y aislamiento para evitar la propagación del coronavirus.

Aquí algunas opiniones de los representantes de universidades de la Costa, Sierra y Amazonía, quienes esperan el llamado del Gobierno para analizar el proyecto de reforma.

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Girard Vernaza, rector de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres, de Esmeraldas: Una de las cosas por mejorar es el injusto reparto del presupuesto

“Me parece importante que haya anunciado (Guillermo Lasso) que previo a mandar su proyecto (de reforma) a la Asamblea Nacional se va a reunir con los 73 rectores del país. Eso es muy importante, expresa realmente una sensatez, una madurez del señor presidente en cuanto a que por lo menos los actores deben conocer para aportar, para criticar o para sugerir cambios a su proyecto. Que tenga el menor tropiezo posible en la Asamblea Nacional o alguna reacción de las demás universidades por ser inconsulta esa Ley...

Es cierto que hay algunas cosas que mejorar en el sistema de educación superior, concretamente en la ley, como el injusto reparto en las rentas de las universidades. La marginación y la discriminación por parte de los Gobiernos de turno a las universidades pequeñas. La falta de atención para la experimentación, las herramientas tecnológicas, por ahí va el tema. Hay que felicitar y estamos dispuestos también a unirnos.

Primero (necesitamos) un presupuesto acorde con la realidad en la universidad, mayor apoyo para la implementación del nuevo campus universitario y para atender a la comunidad universitaria en su contexto. No es posible que apenas tengamos un millón (de dólares) aproximadamente en la Universidad Técnica Luis Vargas Torres para la investigación. Todos conocemos que el mayor plus o las universidades se acreditan teniendo en cuenta también las investigaciones, las publicaciones que hacen sus docentes, con el presupuesto que ha disminuido. En dos años, más de dos millones de dólares a la Universidad Técnica Luis Vargas Torres, cuyo presupuesto es de 18 millones y medio. Es bastante (la reducción) y eso también nos perjudica a nosotros en algunas actividades que hemos realizado (…). No tenemos para inversión, para infraestructura, una universidad de 51 años de creación. Tenemos más de 11.000 estudiantes, 22 carreras tenemos en 5 facultades”.

Vicente Véliz, rector de la Universidad Técnica de Manabí (UTM): Para ampliar los cupos hay dos opciones: implementar la modalidad virtual y el número de profesores

“Para incrementar el número de estudiantes, en cualquier universidad, tiene dos opciones: la una es incrementar en modalidad virtual, que me parecería el camino más prudente y menos exigente de recursos, porque necesita aumentar capacidades tecnológicas que se pueden adquirir muy rápidamente, en más servidores (computadores), más ancho de banda y eso si usted tiene recursos en dos meses lo tiene.

Pero necesitan también preparar el personal, en este marco de pandemia la mayoría de profesores universitarios se han preparado de manera remedial para la gestión virtual. Yo creo que se podría generar un poquito de profundidad la capacitación de profesores, pero igual se necesitan más profesores, eso es obvio.

La Universidad Técnica de Manabí está ubicada en Portoviejo, la capital provincial. Foto: Neptalí Palma

Y eso significa que hay que ampliar el número de profesores, requiere un poquito más recursos, eso es una línea. La otra línea son las carreras presenciales, en este país una definición que ciertas carreras solo se pueden dar de manera presencial son las carreras que tienen que ver con salud, de ciencias duras, estoy hablando de ingenierías; si usted necesita ampliar en esa área cupos, necesita tener más estudiantes. Evidentemente va a necesitar lo básico, más aulas, más profesores y, ciertamente, un poquito más de servicios asociados.

A veces la gente piensa si tiene aula y profesor ya es suficiente, las aulas no pueden tener a los estudiantes parados, necesita pizarras, equipos informáticos, proyectores, servicios informáticos. Son servicios asociados que no pueden dejar de tener para incrementar el número de estudiantes.

Y evidentemente incrementar el número de profesores, porque un profesor tiene el límite en su capacidad de atención a los estudiantes, no solo el límite que nos pone la norma de calidad, de un aula con 25 estudiantes para un profesor. No solo eso, sino que aunque ese límite se logre hay otros límites físicos, más allá del límite de calidad que hace que se requieran más profesores.

En el caso nuestro nosotros debemos ser la universidad pública que más ha crecido en los últimos años, nosotros de 12.000 a 13.000 estudiantes –en el 2012- a 29.000 en la actualidad, y pasamos de 32 carreras a 47, somos probablemente la universidad pública del país que más ha crecido.

A eso se suma que tenemos 1.500 posgradistas”.

Francisco Morán, rector de la Universidad de Guayaquil: Reforzar las otras modalidades permitirá un acceso inmediato

“Antes de la posesión del nuevo Gobierno tuvimos el acercamiento de parte de Alejandro Ribadeneira, el nuevo secretario de la Senescyt, vimos las temáticas importantes que tienen que ver con la LOES, la Ley Orgánica de Educación Superior, y es muy necesario que la universidad creo que debe ya aplicarlo. Estuvimos conversando de la temática de lo que es, por ejemplo, la autonomía de la universidad, modalidades de estudio, nuevas carreras, extensiones y sedes universitarias.

Eso ayudará mucho a incrementar la cantidad de nuevos estudiantes en las universidades, porque si bien es cierto permitir que las universidades tengamos el control de la admisión y nivelación de los estudiantes es bueno, pero continuamos en presencial y en presencial tenemos un limitante que es de lunes a viernes, tenemos la parte física como limitante.

La otra modalidad de estudio que es la semipresencial, en este caso, podríamos utilizar la parte física universitaria los sábados y domingos, que no son utilizadas. Entonces, sábados y domingos, en una modalidad semipresencial se podrían crear nuevas carreras para los estudiantes y aumentar ahí sí, ahí sí realmente, un cupo para este tipo de estudiantes con esta modalidad.

Y otras modalidades como las que estamos viendo ahora: en línea, dual, a distancia pura. Por ahí debe venir la cuestión de un acceso inmediato, es decir, más fácil sería por ese lado que simplemente la modalidad directa en las universidades, porque si es presencial seguimos teniendo el mismo limitante, que es el limitante físico de lunes a viernes.

La ley nos dice que tenemos cinco modalidades: una que es la presencial que es la que usamos siempre, de lunes a viernes; tenemos la que es semipresencial, que un porcentaje de las horas presenciales que se deben dar en clase podrían ser sábado y domingo. Tenemos la (modalidad) en línea, que es más o menos parecido a lo que estamos haciendo ahora, pero ahora simplemente lo hacemos por la crisis (sanitaria); tenemos la dual; y tenemos la que es 100% a distancia.

Es decir, la universidad ecuatoriana puede aplicar cinco modalidades de estudio, pero en la mayoría de los casos solo aplicamos presencial. ¿Por qué? Porque normalmente nos regula a nosotros lo que es el CES, el Consejo de Educación Superior, y para crear una modalidad de estudio es muy complicado. Y eso es lo que también ayer (lunes) hablaba el presidente, de que en esa parte hay que darles más autonomía a las universidades. Es decir, que las universidades mismo tengan la posibilidad de crear esas modalidades sin la autorización del Consejo de Educación Superior. Es decir, la misma universidad con su autonomía crea su modalidad, carreras nuevas, eso va a ayudar mucho, claro hay un control, pero nos permiten, nos dan esa libertad que antes no la teníamos”.

Joaquín Hernández, rector de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), en Guayaquil: Universidades libres son las que gozar de autonomía

Yo personalmente en Twitter, en mi cuenta, he felicitado al presidente por sus palabras en este discurso que dio en la mañana (durante posesión), por sus palabras a los ministros y secretarios de Estado, pero muy especialmente por el comentario que hizo, porque no solo fue decir que va a mandar un proyecto de reforma a la LOES (Ley Orgánica de Educación Superior), hablar de esta reunión con todos los rectores de universidades, que celebro, me parece que es muy importante, sino que además dijo algo ya: que quería universidades libres.

Y esas universidades libres son universidades que gozan de su autonomía en unos ámbitos que en este momento son claves: la aprobación de carreras, programas de posgrado y estudios y en general, desde mi punto de vista, eliminación de criterios burocráticos que existen, sobre todo, en el Consejo de Educación Superior (CES), de exigir mayores controles, requisitos, porque se considera que mientras más controles y requisitos hay más calidad académica existe, lo cual no es cierto y está siendo desmentido a nivel de los diferentes países en educación superior. Con esa mentalidad no se puede crear, no se puede innovar, no se pueden constituir las universidades realmente en este país.

Yo celebro, insisto, el comentario del presidente Lasso diciendo: Quiero universidades libres, donde haya aprobación de las carreras, programas de posgrado y, sobre todo, desburocratización de estas entidades (de regulación). Yo creo que tiene que ser repensado qué es el papel del CES, cuál es el papel del Caces (Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior) y cuál es el papel de la Senescyt (Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación) en este momento con el nuevo Gobierno…

El expresidente Correa (Rafael) presentó una hábil campaña diciendo que las universidades ecuatorianas no publicaban, no investigaban, que las universidades ecuatorianas no estaban en los rankings internacionales, o sea, diciendo que tenían muchísimas fallas. Y entonces, la concepción del CES, del Caces fue precisamente este control. Los resultados no han sido los adecuados, porque si usted se da cuenta hay una carencia de cupos en las universidades públicas para los estudiantes que salen de bachillerato”.

Galo Naranjo, rector de la Universidad Técnica de Ambato: Es importante conocer las propuestas del gobierno para aportar con las nuestras

“El señor presidente de la República mencionó que tenía listo un proyecto de Ley Orgánica de Educación Superior y que lo iba a conversar con los rectores de todas las universidades antes de enviarlo a la Asamblea (nacional), entonces, me parece un acierto del señor presidente. Nosotros estamos dispuestos a un diálogo profundo en beneficio del país, de nuestros jóvenes, de la educación en general.

Queremos conocer y profundizar en cuáles son los planteamientos que él quiere hacernos a los rectores de las universidades, quienes conocemos a fondo la situación que viven nuestras instituciones. Aceptar nuevos (más) estudiantes, desde luego es un gusto, que implica infraestructura física, laboratorios, infraestructura tecnológica, de talleres para que se los pueda atender con pertinencia y con calidad.

Entonces, en ese diálogo constructivo, en ese encuentro que ha propuesto el señor presidente nosotros estamos dispuestos como universidades del Ecuador a dar todo nuestro aporte en beneficio, sobre todo, de la juventud y en beneficio de nuestro país.

Nosotros tenemos que examinar, en primer lugar, cuáles son las propuestas que hace el señor presidente, porque tenemos en este momento varias opciones en el mundo.

La pandemia ha permitido acelerar procesos, por ejemplo, a través de la educación virtual, educación en línea, a través de educación híbrida, a través de una educación dual. Diferentes factores que permitirían atender los requerimientos del presente y del futuro, pero, sobre todo, también entender que es necesario crear nuevas carreras, nuevas especialidades, nuevas alternativas para que los estudiantes puedan fortalecer sus conocimientos y se conviertan en individuos útiles, no solamente para el país, sino para el mundo. Y también es importante plantear cómo mejorar sustancialmente la educación en general, por una parte, y fortalecer los institutos técnicos y tecnológicos, porque estos constituyen la base del desarrollo productivo de cualquier país”.

Juan Leonardo Espinoza, vicerrector académico de la Universidad de Cuenca: No se puede exigir ampliación de oferta cuando los recursos no dan para más

“Es siempre deseable que se amplíe la oferta de las universidades en las situaciones como las de Ecuador, en donde vemos que, en términos generales, cuatro de cada diez estudiantes que se postulan a la universidad pública se quedan sin acceso. Pero obviamente hay varias restricciones, y en el caso de la Universidad de Cuenca hay limitaciones propias, como logística, personal académico, horarios y otras, las que se podrían incrementar en la medida en que también se reconozca que los nuevos cupos deben acompañarse de presupuesto.

Tampoco se puede exigir que las universidades abran sus puertas a mayor número de estudiantes cuando los recursos no dan para más. Si el afán del Gobierno es ampliar los cupos, debería venir con un trabajo conjunto entre universidades del Estado y los entes de control.

Vemos con buenos ojos lo que ha dicho el nuevo secretario de la Senescyt, Alejandro Ribadeneira, de que habrá un estricto respeto a la autonomía de las universidades y que habrá un trabajo conjunto para hacer que los jóvenes puedan acceder a la universidad. Fortalecer no solo viene por el lado de más espacios para estudiantes, sino de darles a las entidades públicas en particular el presupuesto y condiciones suficientes, con calidad y pertinencia.

Al ser un año de cambio de autoridades nacionales, el presupuesto se prorroga y en nuestro caso se mantiene el mismo recorte de cinco millones y medio de dólares que se dio el 2020 y representa el 15% de nuestros ingresos anuales. Esperamos dialogar con las autoridades entrantes para plantearles que eso fue injustificado e inconstitucional, pero que a más de eso se extiende un año más y es un problema.

Esta merma afectó a toda la comunidad universitaria, pero en particular a la investigación y la docencia, en otras palabras, a nuestra razón de ser que son los estudiantes. Está perfecto que pensemos en ampliar el acceso a los jóvenes, es algo ideal, estamos totalmente de acuerdo, pero primero tenemos que cubrir todas las necesidades que tienen las universidades para pensar en esa etapa.

La virtualidad nos puede permitir abrir más cupos, sin duda, pero no en todas las carretas nos puede ampliar nuestros horizontes”.

Jorge Mina, rector de la Universidad Politécnica Estatal del Carchi: La universidad está dispuesta a colaborar en el diseño del instrumento para la evaluación de ingreso

“Se requiere cambio en las políticas de acceso, asignación de recursos, de articulación del sistema educativo nacional. Lo fundamental para el país es preservar, innovar y fomentar la pertinencia articulada y el aseguramiento de la calidad con estándares de alto nivel.

La Universidad colaboraría junto con las otras IES (instituciones de educación superior) en el diseño de los instrumentos para la evaluación de ingreso que permitan determinar los prerrequisitos según los dominios y áreas del conocimiento de su oferta académica. Estos equipos deberían estar conformados por personal calificado de cada IES con similar o igual oferta para manejar los principios de equidad e igualdad de condiciones.

La Universidad Politécnica Estatal de Carchi tiene estudiantes ecuatorianos y colombianos, por estar ubicada en sector fronterizo. Foto: cortesía

Así los bachilleres tendrían mayor oportunidad de ingreso a las carreras de su elección en el contexto ecuatoriano. El proceso de nivelación sería estructurado según los resultados de los aspirantes, para cumplir lo que significa la “nivelación”, para asegurar de alguna manera la permanencia de los estudiantes. Ampliar la oferta académica, asegurando la dotación de recursos por parte del Estado.

El libre acceso a la universidad no garantiza la permanencia, por lo tanto, se debe elevar, mejorar e innovar la formación desde las bases.

Cada IES tiene su propia caracterización, la UPEC es una “universidad de frontera”, por lo tanto, las necesidades son muy particulares, dadas las circunstancias de seguridad, de movilidad humana, de una inexistente infraestructura que apoye al desarrollo económico y generación de empleo, débil presencia de parques industriales, por señalar algunas de estas características propias de la zona.

De igual forma, la riqueza propia de la frontera, la presencia de la Ley de la Zifec, la presencia de actores binacionales brindan varias oportunidades que no han sido contempladas desde la política pública en educación superior. Se requiere ampliar la oferta académica: de grado y formación tecnológica. Y mayores recursos para inversión en investigación de alto impacto y dotación de infraestructura tecnológica de punta que atienda a todo el sector de influencia de la UPEC”.

Édison Segura, rector de la Universidad Estatal Amazónica, sede Nueva Loja: El ingreso no debe ser discriminatorio ni excluyente

“Lo que se viene y se propuso en la administración de este nuevo Gobierno es una reforma legal a la Ley Orgánica de Educación Superior, en donde se contempla entre los ejes principales esto de la admisión de los bachilleres al sistema de educación superior. Hay que considerar que la realidad mundial impone futuros profesionales que sean formados de forma integral (...). Y más que todo tratar de que el examen este de admisión, tratar de regular.

Si bien es cierto el examen de admisión es una de las herramientas que tiene la Senescyt para el acceso a la educación superior, pero no es menos cierto la discriminación, la no inclusión, quienes acceden generalmente son los que tienen más poder económico. Entonces, este proceso para mí debe comenzar en forma integral, es decir, un proceso desde educación inicial, básica, bachillerato y la superior, y siempre buscando, le digo, crear esos futuros profesionales con competencias múltiples que generen soluciones eficientes, eficaces...

Gobierno de Guillermo Lasso tiene listo borrador de reforma a Ley de Educación Superior que prevé analizar con 73 rectores universitarios

Es un trabajo en paralelo que se debe hacer bajo esta reforma que está planteando la actual administración de nuestro país y con los actores que vendrían a ser de la educación superior, para decir qué tenemos y qué podemos ofrecer, qué podemos cubrir de esa demanda de bachilleres que en el contexto de nuestro país hay, a dónde debemos caminar, qué necesitamos.

O sea, partamos de allí; dentro de esto, ojalá, dentro del compromiso político que hoy tiene, se declare como política del país el acceso a la educación superior, pero sin vulnerar lo que dice la Constitución de la República, es decir, el porcentaje que le corresponde a la educación superior, el manejo autónomo y descentralizado de cada una de las universidades y escuelas politécnicas del Ecuador.

Desde luego, supervisados y vigilados por alguna instancia como es este momento la Senescyt, entonces, tratemos de ir entendiendo este contexto que se viene. Es una problemática que se ha dado desde la aprobación de la Constitución del 2008, desde la aprobación de la Ley Orgánica de Educación Superior en el 2010, que se ha ido reforzando y cambiando la regulación del acceso a la educación superior.

Entonces, esperamos que este borrador de reforma a la Ley Orgánica de Educación Superior sea un pilar para cambiar, para buscar nuevos horizontes de la educación superior en nuestro país. Si nosotros queremos cubrir la demanda como instituciones de educación superior pública necesitamos infraestructura, necesitamos por ende lo más principal, el talento humano que esté contratado o tenga su nombramiento definitivo.

¿Eso qué significa? Inversión del Estado, entonces, tiene que ir en paralelo, si queremos cubrir esa demanda también tenemos que tener todas las condiciones básicas, con lo poco o nada que tengamos hoy tratar de cubrir la demanda, no. Si tengo una casa grande puedo albergar a muchas más personas, si tengo una pequeña va a ser una limitante”. (I)