Tras la intensa tormenta de nieve que azotó el lunes la región noreste de los Estados Unidos, esta zona que incluye las ciudades de Nueva Jersey y Nueva York empieza a recuperarse.

Sin embargo, este martes el paso del temporal había dejado al menos un fallecido y paralizado el transporte público y ha forzado a suspender la campaña de vacunación de coronavirus en varias ciudades.

La importante nevada, acompañada por rachas de viento de 60 millas por hora (unos 95 kilómetros por hora), ha llegado a dejar en algunas localidades de Nueva Jersey, como Newton y Mendham, 30 pulgadas de nieve (unos 75 centímetros).

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Un corredor pasa por la Quinta Avenue cerca del Rockefeller Center en Nueva York el 2 de febrero de 2021.

Se estima que la tormenta, que se desató sobre todo a lo largo del lunes, impactó a unos 70 millones de personas en la región, afectó varias importantes metrópolis como Nueva York, Filadelfia y Boston, y puso en alerta a localidades desde Georgia hasta Maine.

También causó cortes de electricidad y suspendió campañas de vacunación de coronavirus en zonas de Washington, Filadelfia, Nueva York, Nueva Jersey, Rhode Island, Connecticut y Massachusetts.

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Ya pasó lo peor en Nueva York

"Desde luego, ha sido una de las tormentas más importantes que hemos vivido últimamente, pero lo más intenso ya ha pasado", dijo en una rueda de prensa este martes el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.

De Blasio apuntó que en Central Park cayeron un total de 17,2 pulgadas de nieve (cerca de 44 centímetros) a lo largo del lunes, y que caerá algo más a lo largo del martes, pero levantó el estado de emergencia dictado el lunes en la ciudad y apuntó que los medios de transporte público ya han vuelto a operar, aunque con ciertos retrasos.

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El metro de la ciudad, del que dependen un buen número de trabajadores para llegar a sus puestos de trabajo, volvió a la normalidad a las 05.00 hora local de Nueva York (11.00 GMT), mientras que los autobuses urbanos operaban al 75 %.

Una enorme tormenta de nieve ha traído el caos a la costa este de los Estados Unidos, cerrando aeropuertos, escuelas y forzando el aplazamiento de las vacunas contra el coronavirus.

Sin embargo, señaló que la mayoría de los vuelos de los aeropuertos de LaGuardia y de JFK siguen suspendidos, mientras que la campaña de vacunación de coronavirus no se retomará en la ciudad hasta este miércoles.

Los colegios públicos de la ciudad tampoco abrirán hasta el miércoles, por lo que el lunes y el martes se volvió a implementar la educación a distancia.

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Duras condiciones en Nueva Jersey

Por su parte, el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, reveló que unas 5.000 residencias se quedaron sin corriente eléctrica en ese estado durante la tormenta, un número que consideró bajo dadas las condiciones atmosféricas.

"Esa fue una de las sorpresas positivas de esta tormenta, dados los vientos que se estaban registrando", señaló Murphy, que aclaró que para este martes, algo menos de 2.000 residencias seguían sin tener electricidad.

Un hombre saca su auto de la nieve en el distrito de Brooklyn de Nueva York el 2 de febrero.

El máximo cargo de Nueva Jersey detalló que las autoridades recibieron llamadas de auxilio de más de 1.250 conductores a lo largo de la tormenta, y alertó de que las condiciones aun son malas, por lo que pidió a los ciudadanos que permanezcan en sus hogares y que no salgan a la calle si no es estrictamente necesario.

"Tenemos que echar la vista atrás hasta 2010 o 1996 para ver una tormenta de esta fiereza", destacó Murphy, quien dijo que los medios de transporte de la zona sur de Nueva Jersey estaban volviendo a la normalidad, mientras que la región centro y norte seguían con problemas y no se encontraban al 100 %.

Un hombre corre sobre el puente de Brooklyn en el distrito de Brooklyn de Nueva York tras el caos de una enorme tormenta de nieve que afecta la costa este de los Estados Unidos.

Tanto el gobernador de Nueva Jersey como el alcalde de Nueva York aplaudieron la labor de sendos departamentos de Sanidad, que afirmaron han estado trabajando sin pausa para limpiar las calles lo antes posible con cientos de camiones quitanieve y otras herramientas para despejar aceras.

"Es increíble, incluso antes de que haya terminado la tormenta, muchas calles y carreteras ya están en buenas condiciones", afirmó Murphy.

En concreto, en Nueva York se utilizaron 8.100 toneladas de sal para las carreteras y 74 camiones recorren las calles de la Gran Manzana. (I)