La pericia balística realizada al proyectil que fue extraído del cuerpo del presentador Efraín Ruales reveló que el arma que usaron los sicarios el miércoles fue utilizada en al menos cuatro ataques más.

Se trataría de una pistola 9 milímetros que fue empleada por un tirador entrenado, según el ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño, quien aseguró que hacer un disparo tan certero en movimiento no es tarea sencilla.

Las estrías de la bala que mató a Efraín fueron analizadas por los agentes y se descubrió que coinciden con la bala obtenida en un asesinato registrado el año pasado en el sur de Guayaquil.

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La víctima de ese crimen fue identificada como Kenny Castro. Él se movilizaba el 4 de diciembre en un carro particular y fue alcanzado por motorizados en la calle Leonidas García, en la zona de las ciudadelas Sopeña y Coviem.

En ese caso actuaron dos hombres que debieron abandonar la moto, porque se les apagó a pocos metros, según varios testigos.

Ellos sorprendieron a la víctima cuando esta salía del Puerto Marítimo, donde trabajaba como guardia.

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La misma pistola fue usada en una tentativa de asesinato que es investigada por las unidades especiales.

Pero esto no significa que sean los mismos asesinos, pues el arma usada podría haber sido alquilada, ya que existen organizaciones que rentan las pistolas y que reclutan a menores para entrenarlos como asesinos a sueldo.

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El año pasado la Policía retiró de las calles 7.000 armas solo en la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón).

La Policía descubrió también que el carro en el que se movilizaban los asesinos del comunicador habría sido usado en otro crimen.

Ese vehículo fue robado el 6 de enero en Guayacanes, y la madrugada del 26 de enero se presume que fue utilizado por sicarios para llegar hasta el bloque 10 de Bastión Popular, en el noroeste de Guayaquil, donde fue acribillado un hombre conocido como Caracortada.

Los sicarios usaron dos placas robadas para que ese vehículo circulara para cometer los asesinatos.

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El dueño del carro lo reconoció cuando fue abandonado en el suburbio parcialmente incinerado.

Pese al fuego, la Fiscalía intenta descubrir algún indicio en el automóvil desde el que dispararon en al menos cuatro ocasiones al talento de pantalla, que fue sepultado el jueves en presencia de familiares y amigos muy cercanos en el camposanto Parque de la Paz.

La ruta de escape

Los agentes que investigan este caso han procesado también las imágenes de las cámaras del sector. Esto ha permitido recrear la ruta de escape que usaron los asesinos. De acuerdo a los videos, ellos siguieron a Ruales desde el gimnasio.

Tras matar al presentador escaparon por la avenida Juan Tanca Marengo, tomaron el viaducto de la Prosperina.

Las cámaras muestran al vehículo hasta que llega al sector de la Espol. Los policías presumen que se dirigió al suburbio, donde horas después fue hallado en llamas.

Se conoce hasta el momento que solo habría participado un vehículo en el ataque. Que cuadras atrás, cuando iba por la avenida Felipe Pezo, le dispararon una vez desde el lado del copiloto y que en ese momento Ruales habría girado a la derecha en la avenida Guillermo Cubillo intentando escapar. Ahí fue cuando el carro de los sicarios se colocó del lado del conductor y realizaron las otras detonaciones.

Algo que destacan los investigadores es que el carro de Ruales supuestamente contaba con láminas de seguridad y que, al parecer, eso lo conocían los asesinos, porque los disparos fueron directo a las puertas y no hacia las ventanas.

La novia del fallecido deberá dar su declaración en los próximos días, al igual que su familiares, compañeros de trabajo y del gimnasio. (I)