Tras catorce años como prefecto de Azuay, Paúl Ernesto Carrasco Carpio busca llegar a la Presidencia de la República por el movimiento Juntos Podemos, lista 33. Pero desde su experiencia, llegar a un cargo de elección popular puede ser “una tortura”, porque en el país es muy complejo administrar por la cantidad de leyes que no permiten la ejecución de las cosas y a eso se suma el desprestigio de la política. No es provida, pero cree en el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, que tengan derecho a acciones positivas para tener equidad en el acceso de oportunidades; cree en una sociedad donde haya un nuevo proceso de masculinidad, donde los hombres tengan la capacidad de cambiar roles con la mujer. Ante los electores propone un modelo de crecimiento económico inmediato basado en el incremento de la reserva internacional de libre disponibilidad; plantea una moratoria del pago de la deuda externa y pasar de un producto interno bruto (PIB) nacional a uno territorial.

¿Por qué quiere ser presidente de la República?
Plantearía al contrario, qué es lo que requiere el país; y nuestra propuesta es la que requiere el país, y en ese marco Juntos Podemos escogió a Paúl Carrasco para que la viabilice.

De su plan de gobierno, ¿qué priorizará y cómo lo haría?
Lo económico, primero vamos a generar un modelo de crecimiento económico inmediato basado en el incremento de la reserva internacional de libre disponibilidad; las utilidades de la empresas telefónicas y eléctricas serán parte de la reserva, transformadas en títulos a valor futuro; en minería, en lo que no está concesionado, se constituirá una ley para monetizar eso y ser parte de la reserva y permita mejores niveles de negociación. También diseñaremos una propuesta de inyección de dinero rápido en la economía: plantearemos una moratoria del pago de la deuda externa y pasaremos de un PIB nacional a un PIB territorial.

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¿Qué lo llevó a aceptar la candidatura presidencial frente a una dispersión de candidatos que resta a todos posibilidades de llegar?
Me he preparado para esto toda la vida, no tengo conflicto de interés; tengo libertad absoluta para tomar decisiones a favor del país. No represento a ninguna mafia política y no caeremos en los repartos, y aprendí que la participación social y escuchar a la gente es clave. La política no es servicio sino una ciencia para ordenar y organizar la sociedad, y que la gente que la compone viva con equidad y acceso a las oportunidades.

¿No hubo diálogos con otras organizaciones políticas afines para consolidar un candidato único?
Sí hubo diálogos, pero los únicos que renunciábamos a la candidatura era Paúl Carrasco y Frank Vargas Anda, yo estuve en varias reuniones, pero entre los líderes de las organizaciones políticas no hay generosidad.

¿Con esta larga lista de aspirantes presidenciales usted cree que tiene posibilidades de llegar?
Más bien es una oportunidad, no hay que criticar mucho eso; a mí me parece que por primera vez el ecuatoriano va a tener para escoger y además para diferenciar, porque muchísimos ya fueron gobierno o han estado gobernando; entonces, la gente debería decirles ya basta y dar la oportunidad a quienes no hemos gobernado al país.

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Los cargos de elección popular han sido como un imán para usted: tuvo 14 años como prefecto de Azuay, intentó llegar a la Alcaldía de Cuenca y ahora una candidatura presidencial, ¿qué lo mueve en su afán?
Es un aprendizaje, esto no es un imán, más bien es una tortura, porque uno está dedicado a esto, esto es mi vida y me he preparado; pero los puestos son una tortura porque es muy dura esta vocación.

¿Por qué cree que son una tortura los cargos?
Porque es muy complejo en este país administrar, porque hay demasiadas leyes que no permiten la ejecución de las cosas, porque existe gente mala en el Ecuador que desprestigia a la política, porque todo mundo piensa que puede administrar. Fui candidato a alcalde por un pedido de los sectores del movimiento, pero yo agradezco a Cuenca que no fui su alcalde, porque creo que acá estoy mejor en un espacio nacional con mayor posibilidad de visión, además porque Cuenca tenía que comparar, y ahora no se hace nada. Una prefectura donde el prefecto con seis meses de pandemia deja votando el puesto con una prefectura sin recursos ni proyectos.

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¿Cuál es la hoja de ruta de su proyecto de gobierno?
Diseñar una propuesta de empoderamiento ciudadano. Nosotros no vamos a caer en la trampa de gobernar con los partidos políticos, vamos a gobernar con los ciudadanos a través de asambleas y parlamentos populares. Haremos una revisión al presupuesto general del Estado para ver en qué se gastó y dar prioridad el gasto. Aplicaremos un modelo social de producción y vamos a dar prioridades, no se puede trabajar todo a la vez, y a la gente hay que decirle que si piensan que en cuatro años Paúl Carrasco va a cambiar la historia del país, están equivocados.

¿Cuál es el problema más grave que tiene el país y que merece especial atención de su parte?
Son dos cosas, la energía que tiene el país y la cultura que va relacionada con el pensamiento de la gente. Necesitamos cambiar la energía del país que plantee positivismo y luego el cambio de la estructura mental de los ciudadanos, no qué hace el Ecuador por mí, sino qué voy a hacer yo por el Ecuador.

¿Cómo enfrentar los problemas de desempleo, corrupción, inseguridad, salud, educación? ¿Cuál debe ser la prioridad?
Hay que darle el equilibrio macro y microeconómico, desarrollar la producción para generar puestos de trabajo inmediato y darle liquidez al país, por eso estamos hablando de crear las zonas de libre circulación de capitales.

Algo más...

¿Quiénes están en su círculo más cercano?
No quisiera dar nombres, tenemos un buen grupo de amigos economistas, son gente no política. También están Frank Vargas Anda (candidato a la Vicepresidencia), Francisco Andino (candidato a la Asamblea), Mónica Chuji y Carla Cevallos.

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¿Cómo se financia su campaña electoral?
Con aportes voluntarios, tenemos problemas económicos; la gente nos presta una camioneta, nos recibe en las casas. Nadie nos ha dado un centavo, he hecho préstamos y estoy endeudado.

Autodefinición ideológica
Soy demócrata social nacionalista.

¿Cuál ha sido el mejor presidente del Ecuador?
Jaime Roldós Aguilera. (I)