Hace un mes Lisbeth Baquerizo fue asesinada en Puerto Azul y desde entonces no hay un solo día en que sus padres y familiares no pidan justicia.

Luis H., esposo de Lisbeth, es el principal sospechoso del crimen y aunque su abogado aseguró que no estuvo en casa todo el día y que llegó en la noche y ya encontró a su esposa sin vida, las imágenes de las cámaras de seguridad y las llamadas que realizó ese día revelaron lo contrario.

El viernes pasado, un motorizado que trabaja para la familia de Luis H. dio su versión del 21 de diciembre (día del crimen).

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Ese día cerca de las 15:00 llevó a Luis H. a su casa en motocicleta, lo cual dijo era extraño. En su relato el hombre indicó que lo esperó unos minutos y que luego el esposo de Liss salió y regresaron hasta el suburbio, donde estaban el negocio de Luis H. y su vehículo. Cerca de las 19:00, Luis H. regresó a Puerto Azul, ahora sí en su carro.

Los abogados, familiares y hasta la Fiscalía presumen que Liss fue asesinada entre las 14:50 y las 15:00, y que cuando Luis H. regresó en la noche movió el cuerpo, limpió la casa y creó la escena falsa al pie de la escalera.

Llamadas telefónicas registradas esa tarde con el funcionario de la funeraria y con el médico que firmó el acta de defunción, único detenido hasta el momento, hacen presumir a los investigadores que Luis H. ya había pactado con ellos cómo debía tratarse el cuerpo y los documentos para hacer pasar como un accidente doméstico la muerte de su esposa.

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Los videos también habrían revelado que los padres del sospechoso estuvieron en su negocio hasta la noche, por eso no son procesados como cómplices del femicidio sino por fraude procesal, es decir, por encubrir el hecho.

A los padres de Lisbeth los llamaron pasadas las 23:00 del 21 de diciembre. Cuando llegaron, ahí estaba la funeraria y el cuerpo de Liss ya estaba rígido, es decir, habían pasado más de cuatro horas de su muerte.

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Al día siguiente la madre notó moretones en el cuerpo de su hija y denunció el hecho en la Fiscalía para que le hicieran la autopsia. El médico legista reveló que la mujer de 30 años había sido asesinada por golpes en la cabeza con un objeto contuso cortante. Esas heridas fueron selladas con pegamento. (I)