Un grupo de científicos alerta de que el Caspio podría perder hasta un tercio de su superficie. El cambio climático está evaporando más agua de la que llega desde los ríos hacia el mar Caspio.

El Caspio ha perdido agua desde los años 70. El ritmo de descenso, sin embargo, era de uno o dos centímetros al año. Ahora, un grupo de investigadores holandeses y alemanes ha comprobado que el ritmo se está acelerando hasta seis o siete centímetros al año y aumentará en las próximas décadas.

“Nuestro modelo predice un descenso del nivel del mar en el Caspio de nueve metros en un escenario de emisiones [de CO₂] intermedio y de 18 metros en uno de altas emisiones para finales de siglo”, dice el investigador de la Universidad de Bremen (Alemania) y coautor de este estudio sobre la evolución de este lago salado Mat­thias Prange.

Publicidad

El agua del Caspio depende de tres factores principales: El río Volga aporta el 90% de su volumen hídrico. Otra aportación significativa es la de las precipitaciones de invierno. En otro lado del balance están las pérdidas por evaporación cuando aprieta el termómetro. De los tres, lo que está cambiando es la temperatura, muestran en el estudio, publicado en la revista científica Communications Earth and Environment.

“En el caso del mar Caspio, el efecto de la evaporación es, con mucho, lo más importante”, afirma Prange. De hecho, todo indica que las precipitaciones invernales en la parte norte de la cuenca del Volga irán a más. “Por lo tanto, la escorrentía del río y su descarga en el mar Caspio pueden aumentar ligeramente en el futuro. Sin embargo, el mayor efecto de la evaporación del lago llevará a la disminución proyectada del nivel del mar”, completa.

Se produce aquí un fenómeno aparentemente paradójico: mientras el calentamiento está provocando un aumento del nivel en los océanos, descenderá el de los mares interiores y grandes lagos por el mismo efecto de la subida de temperaturas. (I)