La cotización del agua en el mercado de futuros de Wall Street arriesga que este bien público esencial sea tratado como el oro y el petróleo, y lo hace vulnerable a una eventual burbuja especulativa, denuncia en un comunicado el relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el derecho al agua potable y al saneamiento, Pedro Arrojo-Agudo.

El delegado de la ONU dijo que el nuevo contrato de CME Group Inc., empresa que lanzó el primer acuerdo de comercio de futuros de agua del mundo, podría atraer el interés de los fondos de cobertura y los bancos junto con los agricultores, las fábricas y los servicios públicos que buscan fijar los precios del líquido vital.

"No se puede poner un valor al agua como se hace con otros productos básicos comercializados. El agua es de todos y es un bien público. Está estrechamente ligado a todas nuestras vidas y medios de subsistencia, y es un componente esencial para la salud pública", remarca Arrojo-Agudo señalando la importancia de tener acceso al agua en la lucha contra la pandemia de COVID-19.

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También, advierte que un mercado de futuros de este tipo podría atraer a especuladores como fondos de cobertura y bancos a apostar por los precios, lo cual podría resultar en una repetición de la burbuja especulativa del mercado de alimentos en 2008.

“En este contexto, el riesgo es que los grandes actores agrícolas e industriales y los servicios públicos a gran escala sean los que puedan comprar, marginando e impactando al sector vulnerable de la economía como los pequeños agricultores”, destaca el relator especial de la ONU.

Según Arrojo-Agudo, "El agua ya está bajo una amenaza extrema por una población en crecimiento, una demanda creciente y una contaminación grave de la agricultura y la industria minera en el contexto del impacto cada vez mayor del cambio climático".

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El agua es un recurso vital para la economía, su valor es "más que eso", recalca el especialista. Considera que el agua tiene un conjunto de valores vitales para nuestra sociedad, y por tanto, no puede gestionar adecuadamente, y mucho menos en un espacio financiero tan propenso a la especulación.

El derecho humano al agua potable fue reconocido por primera vez por la Asamblea General de la ONU y el Consejo de Derechos Humanos en 2010. (I)