La princesa Haya de Jordania habría pagado 1.500.000 dólares a Russell Flowers, el hombre que era su custodio, para evitar que hablara sobre el romance que mantuvieron por dos años, según reveló un diario británico. La princesa es una de las esposas de Mohammed bin Rashid Al Maktoum (71 años), primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos.

La relación habría surgido mientras se realizaban las audiencias de de la princesa Haya en el Tribunal Superior de Londres, en la que ganó la custodia de sus dos hijos. Como consecuencia de la relación entre ambos, Flowers debió poner fin a su matrimonio de cuatro años, luego de que su esposa descubriera lo que sucedía con su protegida, se indica en una publicación de Infobae.

Un amigo cercano a la familia del guardaespaldas reveló que la esposa “creía que su marido estaba seducido por el dinero y los regalos. Ella le dio muchos obsequios costosos y se aseguró de que él siempre estuviera a su lado”. De los que se conoce, le obsequió un reloj Audemars Piguet de 16 mil dólares y una escopeta de colección Purdey & Sons de un valor aproximado de 65 mil dólares.

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A cambio de los obsequios, Flowers no debe hablar por un largo tiempo sobre la princesa ni nada de lo que sucedió durante sus labores como custodio de la Casa Real del emirato. “En los viajes al extranjero, la princesa siempre insistía en que tuvieran habitaciones comunicadas. Cuando estaba en el Reino Unido, salía con él casi todas las noches y, a veces, no regresaban a casa hasta la mañana siguiente. Me contaron que Russell había vuelto la cabeza y pasó de ser un esposo amoroso a alguien que su esposa no reconocía”, reveló la misma fuente que sabe de primera mano lo que sucedía entre el guardaespaldas y la princesa.

Flowers y su esposa empezaron a tener problemas cuando ella tuvo la certeza de que algo andaba mal, ya que surgieron situaciones sospechosas que no estaban relacionadas al trabajo. “Su esposa notó que las llamadas y los mensajes comenzaron a llegar todas las noches después de que él llegaba a casa del trabajo. Le decía que se trataba de temas de seguridad, pero los intercambios de mensajes duraban horas”.

Si embargo, en 2016, vio a que al teléfono de su esposo empezaron a llegar selfies, la princesa le enviaba fotografías suyas en traje de baño, lo que hizo confirmar a la mujer sus sospechas.

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Sobre ese día, una amiga cercana detalló cómo la mujer se sintió: “Sé que su corazón se hundió cuando vio las fotos y supo que su esposo estaba teniendo una aventura. No hubo un gran enfrentamiento, pero unos meses después se volvió hacia su esposa y le dijo que ya no la amaba. Quería luchar por su matrimonio y no creía que hubiera terminado y solo era una fase por la que estaba pasando su esposo. Su marido negó que estuviera pasando algo con la princesa”.

Habían diversos comentarios sobre las noches de la princesa en el impresionante castillo de campo donde ella vivía en el Reino Unido (de 1.200 hectáreas en Suffolk). El personal del sitio y otros custodios fueron silenciados también con 1.500.000 dólares.

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En el 2017, el guardaespaldas decidió terminar la relación con su esposa y divorciarse. “Conocía a Russell desde que tenía 17 años y creía que tendrían una vida juntos. El divorcio la dejó destrozada y ha tardado mucho en superar la traición”, dijo la fuente.

“Russell debería avergonzarse de la forma en que trató a su esposa. Su comportamiento fue repugnante. Ella era la principal fuente de ingresos del matrimonio y le dio un estilo de vida que disfrutó y la ha traicionado. Haya debería estar avergonzada de la forma en que fue tras un hombre casado. No hay excusas. Fue por su riqueza y poder que pudo hacer esto. Muchas vidas se han arruinado a causa de este asunto”, agregó la misma allegada a la familia.

Una historia que habría empezado hace mucho

En junio de 2019, la princesa Haya Bint Hussein huyó a Londres y, una vez instalada ahí, solicitó a un tribunal de la ciudad inglesa el divorcio de Mohamed Bin Rashid al Maktoum, jeque de Dubái.

Haya Bint Husein nació en Jordania, es hija del difunto rey Hussein I y media hermana del actual rey Abdalá II. También es una de las seis esposas del gobernante de Dubái, una de las ciudades de mayor plusvalía en el mundo, ubicada en los Emiratos Árabes Unidos.

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Según un tribunal británico, el emir de Dubái ordenó el secuestro de dos de sus hijas (fruto de otro matrimonio) y empezó una “campaña de intimidación” contra Haya de Jordania, lo que la obligó a huir al extranjero. El juez que llevó adelante la investigación consideró que el jeque “actuó de una manera destinada a intimidar y asustar” a la princesa. Mientras se desarrollaba el caso, Haya pidió a la corte londinense que se pronunciara sobre la suerte de dos hijas que el emir tuvo con otra de sus esposas, Shamsa y Latifa. Según el magistrado, el jeque “ordenó y orquestó” su secuestro.

En Dubái, miembros de la corte real le habían comentado su preocupación por la amistad que había entre la princesa Haya y su custodio, lo que causó la sospecha del multimillonario gobernante. El jeque es uno de los hombres más ricos del mundo.

Flowers, antes de convertirse en guardaespaldas de Haya, trabajaba en una empresa de seguridad privada, además de servir en el ejército como parte del 2º Batallón del Regimiento de la princesa de Gales de 2003 a 2009. Después fue parte del cuerpo de seguridad del jeque con base en Dalham Hall, donde están los caballos de carrera del gobernante de Dubái. La princesa, que compitió en equitación en los Juego Olímpicos de Sídney en el año 2000, era una visitante frecuente. (I)