Un gran deslave de rocas y lodo alertó la madrugada de ayer a la comunidad de Puñapí, en el cantón Patate, en Tungurahua, que quedó con aglomeración de material pétreo en la carretera que atraviesa el sector hacia la ciudad de Baños de Agua Santa.
Luis Paredes, morador de Puñapí, informó que esto ocurrió luego de una fuerte lluvia que comenzó a eso de la medianoche y el deslave se registró a partir de la 01:00, ante lo cual la población se puso en alerta.
Recordó que hace cuatro años se tuvo el primer problema por el deslave por la quebrada Chiriaco, que se hizo conocer a las autoridades del Gobierno Provincial de Tungurahua la necesidad de construir un puente para que haya más espacio por donde pase el material que es arrastrado por la fuerza de las aguas lluvias, porque las alcantarillas de ármico no son suficientes y siguen esperando se concrete una solución.
Dijo que en esta ocasión no se han reportado afectaciones a las plantaciones de frutas, especialmente de mandarina. Tampoco ha habido daños a las viviendas de la zona como en otras oportunidades, pero tienen temor de que en algún momento el invierno que llega todos los años con mayor fuerza vaya a causar estragos mucho más graves.
Este Diario contactó al alcalde de Patate, Bolívar Punguil, para conocer el trabajo que va a realizar el Municipio en la zona, pero se nos dijo estaba en una reunión y que luego se trasladaría a Puñapí.
Paredes recordó que desde hace 40 años no ha habido tanta agua por las lluvias como en los últimos años y que esto ha hecho que baje esa cantidad de material pétreo desde los cerros. En el 2015 la situación fue crítica y desean se realicen reuniones con autoridades para evitar nuevos episodios similares, explicó el morador de Puñapí. (I)