Al ver cómo su hijo se formaba en el vientre de su esposa, el temor de ser padre por primera vez se fue disipando en Beto Rendón. Al nacer Sebastián, el sentido de su vida cambió. Ver la sonrisa de su primogénito lo llenó de felicidad y orgullo.

En el momento que escuché su primer llanto me llené de seguridad y amor, y desde ese momento no conozco la palabra miedo”. Asegura que nadie está listo para ser papá, pero que escucha consejos de su familia para que Sebastián crezca rodeado de amor.

Su bebé es lo que lo motiva para afianzar su microemprendimiento de servicio a domicilio motorizado a varios negocios en El Empalme. Dice que se esforzará al máximo para que no le falte nada.

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Además, no quiere perderse ningún proceso del crecimiento de Sebastián, por lo que ayuda a su esposa con el cuidado del bebé. “Estoy muy orgulloso de ser padre”. (I)