El cuerpo de Alfredo Fabricio Espinoza Aldás, 43 años, fue repatriado el jueves desde Tumbes. Es el piloto de la aeronave tipo Piper 32 con matrícula HC-BLO que se estrelló el lunes 8 en la zona norte de Perú.

Espinoza fue el único que falleció en el accidente aéreo que destapó un escándalo, pues en la avioneta huía Daniel Salcedo, quien era buscado por actos de corrupción en los hospitales del país.

Los reportes de la Policía peruana y de testigos citan que Alfredo, quien era un instructor de vuelo, volaba bajo y que intentaba aterrizar en una pista clandestina en la zona de Tumbes, Perú.

Publicidad

Supuestamente perdió el control por la irregularidad del terreno y se estrelló. Cuando llegaron las autoridades al lugar, el cuerpo de Espinoza estaba a unos metros de la avioneta y los lugareños pedían a gritos una ambulancia. Los otros heridos ya no estaban.

El padre y el hermano del piloto fallecido viajaron a Perú para gestionar los trámites y traer el cadáver. Se estimaba que llegaría a las 19:00 de del jueves a Guayaquil. Su inhumación será en el cementerio Jardines de Esperanza.

La ministra de Gobierno, María Paula Romo, dijo que Espinoza aparentemente sí trabajaría en la empresa que gestionó el vuelo ilegal, pero que estaba registrado como copiloto. Las oficinas de dicha empresa, de propiedad de la familia de Alfredo Adum, fueron allanadas. Hay un proceso penal independiente.

Publicidad

Respecto del tema, el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, explicó que hay dos sistemas para la detección del espacio aéreo.

“El primero con radares, corresponde a la Dirección de Aviación Civil (DAC), se llaman radares de detección y funcionamiento primario. Esto significa que hay comunicación con la torre de control, para poder salir tienen plan de vuelo, la matrícula del Ecuador, la bandera del Ecuador, es decir, toda la identificación que corresponde. A lo que me refiero es que los radares de la DAC registran y sale con los procedimientos legales que corresponden a un vuelo legal”, dijo.

Publicidad

En tanto que la defensa aérea se dedica a detectar vuelos no identificados. Solo ahí pueden intervenir. (I)