En dos semanas la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA) cumplirá siete años desde su creación el 17 de junio del 2013: y pese a que fue establecida para cumplir con los roles de almacenamiento y comercialización de productos agropecuarios, administración y la reserva estratégica de los mismos; y comercializar y distribuir insumos, este año verá su fin.

Así lo dispuso el presidente de la República Lenín Moreno, en mayo pasado, como parte de las estrategias para reducir los gastos del Estado.

Con un mes en el cargo de gerente general de la UNA, Francisco Ticina, habló de honrar las deudas con los agricultores, para lo que dice tener un saldo de un millón de dólares que serían cancelados en una etapa previa a la liquidación.

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Sin embargo, la atención de agricultores y gremios se centra en qué pasará con la infraestructura de la UNA cuando esta desaparezca.

Para Ticina la administración de los silos y bodegas debe quedar a cargo del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), pero con la participación de asociaciones de agricultores.

“Los silos deberían ser administrados por la cartera de Estado de Agricultura, con un modelo de gestión que permita la participación de las asociaciones agrícolas”, manifestó.

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La UNA cuenta con cinco plantas de silos en: Babahoyo, Ventanas, Quevedo, Daule y Portoviejo, con una capacidad total de almacenaje de 48 000 toneladas de producto, exceptuando a la capital manabita que tiene problemas estructurales luego del terremoto de abril del 2016.

Babahoyo, en la provincia de Los Ríos, es la que más capacidad tiene con 30 000 toneladas, seguida por Daule con 10 000 t, y luego Ventanas y Quevedo con 4000 t cada una. Además, existen bodegas en Quito: Marianitas 1 y 2; y en Riobamba: Guaslan 1 y 2.

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Rafael Guerrero, presidente de la Cámara de Agricultura de la Segunda Zona (Guayas, Los Ríos, El Oro, Santa Elena, Galápagos), expone tres opciones para el futuro manejo de los silos y bodegas.

La primera es buscar una negociación con asociaciones agrícolas para comercializar los productos. Guerrero señaló que con este sistema se solucionarían los problemas de precios que tienen los pequeños y medianos agricultores.

Otro escenario sería una alianza público-privada. "Aquí hay que venir con plata, entrar a comercializar el producto del sector de cada sitio donde están los silos y ayudar al productor, casi lo mismo que lo anterior, pero en una alianza público-privada porque entraría el privado a poner la parte económica", explicó Guerrero.

La tercera es privatizar; y con el manejo del sector privado pagar el precio justo al pequeño y mediano agricultor, pero regulado por el MAG. Guerrero añadió que si no hay inversión privada ninguno de los modelos propuestos funcionará.

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Kléber Sigüenza, expresidente de ese gremio y productor agrícola, planteó otra opción. Canalizar los recursos a través de mecanismos de ayuda directa para los agricultores; o una disminución del costo del dinero generando disponibilidad de circulante con préstamos.

"Esto es una ayuda mucho más eficiente para el sector agrícola... el grave problema de la UNA es la ineficiencia del sector público en general", criticó el exdirigente, quien aseguró que la infraestructura de la UNA es obsoleta y no puede competir en almacenamiento con el sector privado.

Robert Córdova, secretario de Comercialización de Agricultura, aseguró que la regulación de precios, sobretodo en cadenas sensibles, pasará como una obligación al Ministerio; y no se descarta aplicar un nuevo proyecto para el resto de obligaciones.

"Ya compra, venta, salvo que se trate de un nuevo proyecto de inversión que debamos ejecutar, esa es la misión que nos ha pedido el ministro (Xavier Lazo) poner todo sobre la mesa; y en base a eso tomar la mejor decisión", manifestó el funcionario.

Sobre el futuro de los silos y bodegas, Córdova aseguró que el MAG no será el que tome la decisión sobre el futuro de estas infraestructuras, sino al ente liquidador del proceso, aunque señaló: "si nosotros somos invitados a participar en esa decisión, bienvenidos...".

Sobre la posibilidad de entregar los silos y bodegas a asociaciones o incluso prefecturas, advirtió que el nuevo responsable debe tener el presupuesto para hacerlo operar. "Esto no es solo entregar un activo, junto al activo debe venir una visión comercial de manejo de infraestructura de almacenamiento", dijo. (I)